electrónica
OLED, próximamente en sus pantallas
Nuevos televisores flexibles basados en diodos orgánicos llegan este otoño al mercado. En la búsqueda de una mayor definición podría estar la clave que explica este nuevo cambio tecnológico
Los primeros televisores con pantalla curva tecnología OLED llegan al mercado este mes. Las empresas pioneras en comercializar esta tecnología son surcoreanas y este año ya comenzaron a introducir este tipo de pantalla a pequeña escala en teléfonos móviles de gama alta.
El camino hasta las tiendas de estas pantallas de última generación, destinadas a desterrar al cristal líquido y al plasma, ha estado llena de obstáculos legales y múltiples demandas sobre patentes entre empresas. Hace justo un año, Samsung denunciaba a LG por coacción a 11 de sus investigadores para que filtraran documentos relacionados con OLED. Sorprendentemente, hace unos meses ambas decidieron enterrar el hacha de guerra, retirar las disputas y «centrarnos en cementar nuestro liderazgo en el mercado mundial mediante la cooperación», según dijo Samsung en un comunicado. Así es la tecnología que llega ahora al mercado.
¿En qué consiste?
OLED (Diodo Orgánico Emisor de Luz, por sus siglas en inglés) representa la culminación de los trabajos sobre semiconductores orgánicos que valieron el Nobel de Química en 2000 a Heeger, McDarmid y Shirakawa. Consiste en un polímero de material orgánico, tradicionalmente considerado como aislante, cuya conductividad se multiplica al ser introducido un halógeno.
Los últimos teléfonos móviles y tabletas ya utilizan variedades de esta tecnología, como el PMOLED (OLED de Matriz Pasiva) y el AMOLED (OLED de Matriz Activa). Esta última domina desde hace tiempo en el mercado de pequeñas pantallas, por su asociación con ‘smartphones’ de alta gama con sistema operativo Android, que cuenta actualmente con una cuota de mercado de cerca del 80%. Se calcula que actualmente se han vendido más de 120 millones de unidades con este tipo de pantalla, según datos del estudio de mercado OLED Technology Report, elaborado por la consultora Display Search.
El reto actual está, por tanto, en las pantallas de mayores dimensiones.
Ya a finales de 2007, Sony intentó comercializar un televisor de 11’ con pantalla OLED, el XEL-1, a un precio de unos 1.200 euros, aunque la compañía japonesa admitió entonces que perdía dinero con cada televisor vendido. Los procesos de fabricación no eran en absoluto eficientes. Hoy, con la ultra alta definición en boga, este tipo de televisores, aunque aún caros, empiezan a ver cómo se abre su nicho de mercado.
¿Por qué la pantalla curva?
Utilizar capas de polímeros orgánicos electroluminiscentes en lugar de cristal, como se hacía hasta ahora, permite que la pantalla sea, además de más fina y ligera, flexible en lugar de rígida. Lo cual no quiere decir que los televisores OLED no puedan tener una pantalla plana.
La versión de las compañías es que la pantalla curva, «parece más amplia y ofrece una experiencia de imagen más realista y libre de distorsión», según LG. Samsung es algo más honesta al respecto: «Ayuda a distinguir la tecnología OLED de otras televisiones a la venta». Algunos analistas, como Caleb Denison de Digital Trends, sugieren que es sólo una forma de hacer más atractivos productos que ahora mismo se sitúan entre los 6.000 y los 10.000 euros.
¿Hacia dónde evolucionará el OLED?
El futuro de la tecnología es muy prometedor, más allá de las pantallas de los televisores. Por un lado, el WOLED (White OLED), luz blanca basada en diodos orgánicos, resultará en los próximos años la principal amenaza de las actuales bombillas y fluorescentes, ya que se estima que cada uno de estos diodos será capaz de iluminar con la misma intensidad durante más de 200.000 horas, reduciendo el coste energético y ambiental de estos dispositivos entre 1 y 2 órdenes de magnitud, es decir, hasta 100 veces menos.
La otra gran apuesta estará en los TOLED (Transparent OLED), a los que además de flexibilidad se añade una tecnología de contactos transparentes que, al apagarse el dispositivo, mantiene una transparencia de entre el 70 y el 85%. Entre las aplicaciones que ahora se encuentran en fase de investigación están los visores o parabrisas en los que aparece impreso el cuadro de mandos con un gran contraste.