Los recortes de CO2 actuales llevarán a un aumento de al menos 3ºC a final de siglo

Así se desprende del Informe sobre la disparidad de las emisiones, que anualmente elabora el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) , que en su octava edición se ha presentado en Ginebra (Suiza), a menos de una semana de que comience en Bonn (Alemania) la Cumbre de la ONU de Cambio Climático, que se celebrará del 6 al 17 de noviembre.

En esta nueva cita climática debe continuarse el trabajo para implementar el Acuerdo de París , adoptado en París (Francia) en diciembre de 2015 y que por primera vez recoge compromisos a nivel mundial para reducir las emisiones de los gases de efecto invernadero. Sin embargo, éstas no son suficientes. Según este informe del Pnuma, los compromisos de los países sólo representan un tercio de los esfuerzos que se necesitan para evitar los peores efectos del cambio climático.

Por eso en la Cumbre de Bonn, entre otras cuestiones, deberán empezarse a fijar las directrices para realizar los inventarios nacionales de gases de efecto invernadero de forma homogénea, de tal forma que los países puedan presentar nuevas contribuciones al alza antes del año 2020, que permitan ir cerrando la brecha del recorte de emisiones realmente necesario para abortar el aumento de 2ºC sobre el nivel preindustrial.

Los científicos están de acuerdo en que limitar el calentamiento global a menos de 2ºC este siglo (en comparación con los niveles preindustriales), reducirá la probabilidad de sufrir tormentas más intensas, sequías más prolongadas, mayor aumento del nivel del mar y otros impactos climáticos severos. Incluso si se alcanzara el objetivo más ambicioso de limitar el aumento a 1,5ºC, también recogido en el Acuerdo de París como objetivo más deseable, esto no eliminará los impactos, solo los reducirá.

«Un año después de la entrada en vigor del Acuerdo de París, aún nos encontramos en una situación en la que no estamos haciendo lo suficiente para salvar a cientos de millones de personas de un futuro miserable », dijo Erik Solheim, director ejecutivo del Pnuma. «Esto es inaceptable. Si invertimos en las tecnologías correctas, asegurando que el sector privado participe, aún podemos cumplir la promesa que hicimos a nuestros hijos de proteger su futuro. Pero tenemos que abordar el problema ahora», añadió.

El informe presenta formas prácticas de recortar las emisiones a través de una acción de mitigación que se expanda rápidamente en los sectores de la agricultura, los edificios, la energía, la silvicultura, la industria y el transporte . Asimismo, reconoce que las medidas tomadas contra otras sustancias precursoras del calentamiento global, como el recorte de los hidrofluorocarbonos, a través de la Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal aprobada en octubre de 2016, y otros contaminantes climáticos de vida corta, como el carbono negro, también podrían ser una contribución real.

Para evitar rebasar los objetivos de París, los gobiernos (incluso actualizando sus promesas actuales), el sector privado, las ciudades y otros deben buscar urgentemente acciones que traigan recortes más profundos y más rápidos. El informe considera que con inversiones en tecnología en agricultura, edificios, energía, silvicultura, industria y transporte -con un coste de inversión de menos de 100 dólares por tonelada de CO2 evitada - se podrían ahorrar hasta 36 gigatoneladas de CO2 por año para 2030, «más que suficiente para cerrar la brecha de emisiones», se afirma en el informe.

Gran parte de este potencial de reducción vendría de la inversión en energía solar y eólica, electrodomésticos eficientes, automóviles y transporte público eficiente , la reforestación y detener la deforestación. Centrarse solo en estas acciones recomendadas, que tienen costos modestos o netos negativos, podría reducir hasta 22 gigatonenaladas las emisiones anuales en 2030. Este ahorro por sí solo ya encaminaría al mundo para alcanzar el objetivo de los 2°C y desbloquearía la posibilidad de alcanzar el objetivo de 1.5°C, del que dependen muchas islas, pequeños estados insulares y zonas costeras para no tener problemas o incluso para no desaparecer literalmente del mapa por la subida del nivel del mar.