¿Por qué esa manía de anticipar la Navidad?
Los expertos del marketing explotan el hecho de que cuanto antes nos recuerden que empiezan las fiestas, antes compramos
e.pastrana
Primeros días de noviembre, todavía está fresco el recuerdo de la playa, el calor y las olas, pero se cuelan trineos en los anuncios de televisión, cuelgan guirnaldas y luces de colores de la calle y en el supermercado nos quieren empachar a turrón, mazapán ... y roscones. Pues no. Todavía no es Navidad . Pero si fuera por los expertos en marketing empezaríamos con toda la farándula en agosto.
Saben que las fiestas se asocian a infancia, a hogar, a felicidad y sobre todo, a compras. «Cuanto antes nos recuerden que empieza la Navidad, antes compramos artículos relacionados», explica Jesús Gil, investigador del Departamento de Marketing de ESIC.
«Los comercios saben que la Navidad es una de las épocas más consumistas del año y adelantan ese “escaparate” para que el consumo también se active mucho antes», añade.
Pero la elasticidad de las fechas navideñas tiene límites. No todo vale. Al meno s tiene que hacer un poco de frío . «Desde mi punto de vista», considera Gil, «esa tendencia debe de ir acompañada de otros factores como el clima o los olores típicos de esta época en la calle, como las castañas asadas».
No cuela
Pero no cuela. Las estadísticas demuestran que el grueso de las compras navideñas se hacen en diciembre. Según un estudio de Deloitte sobre el consumo en las navidades pasadas «el periodo fuerte de compra de regalos se produjo del 1 al 15 de diciembre», cuando casi el 40% de los consumidores fueron a por sus regalos.
Según las cifras de la consultora, solo el 5% compra antes de noviembre y apenas el 20% lo hace en el penúltimo mes del año. Como explica Gil, «las fechas claves siguen siendo las de siempre» y hasta el 23% de los compradores apuran a la semana inmediatamente anterior a Noche Buena para llenar el carro. Para final de mes quedan los restos, un 6% compra del 25 al 31 y solo un 7% lo hace en enero.
¿Más corta?
A pesar de las sensaciones de anticipación compulsiva, la realidad es que este año la campaña de Navidad se ha acortado. Según publica la empresa de trabajo temporal Randstad «las empresas han concentrado su contratación desde mediados de noviembre con la expectativa de terminar a principios de enero, retrasando las Navidades». También Jesús Gil ha percibido que « en relación con otros años se está disipando esa estacionalidad».
Más trabajo, más consumo, mejor economía
Campañas al margen, la contención del gasto volverá a marcar estas fiestas. Según FUCI (Federación de Usuarios Consumidores Independientes) en 2008 se inició una tendencia decreciente en el gasto medio de los consumidores que continúa, esperándose para 2013 un retroceso del gasto del 11,5%. Este año gastaremos de media en las fiestas (entre comidas, cenas, regalos, viajes, etc) 455 euros, 59 menos que en 2012.
En la otra cara de la moneda, gracias a la Navidad se crearán multitud de contratos temporales que facilitarán el consumo en fiestas. Randstad prevé que durante esta época del año se firmen 350.000 contratos . Una cifra un 7% inferior a la obtenida el año pasado, pero todavía un regalo para la economía.
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