El anuncio de la Lotería de Navidad nace con polémica

La propuesta, como muchas otras del sector publicitario, encerraba un truco: trabajaría gratis junto al resto del equipo en la preparación de una maqueta (la versión sin pulir del anuncio definitivo), que sería presentada al concurso público convocado por Loterías y Apuestas del Estado. En el caso de resultar el proyecto ganador, el equipo vería compensado su trabajo desinteresado con un contrato.

Bajo estas premisas -no escritas en ningún documento- acudió Jon Díez al rodaje del anuncio. Su trabajo era el de director de fotografía, tal y como cuenta en un blog de internet abierto solo para publicar su caso : «La maqueta del anuncio se rueda mucho antes de la Navidad, así que en julio me llama por teléfono el jefe de producción de RCR en Madrid y me cuenta el plan, quién va a dirigir la maqueta, cuál es la propuesta de Leo Burnett. Me gusta la idea y estoy loco por trabajar en ello. Es muy complicado, pero si la maqueta queda bien y Loterías del Estado la selecciona, en otoño llegará el preciado rodaje del anuncio».

«Hasta donde yo sé, nadie va a cobrar por esta maqueta. Es un borrador del anuncio y la gente que participa en ellas, con su trabajo o su material, lo pone gratis con la esperanza de que salga el anuncio y trabajar en ello. Es como un gran bola de favores que hace todo el mundo ( actores , técnicos, proveedores, productora y agencia) con el buen fin de hacer ese anuncio. O así es como se suponía que iba a ser esta maqueta».

La prueba ser rodó en julio, con la participación de Jon, según cuenta él mismo: «Fue un rodaje largo, unas 15 horas a toda máquina, pero nada extraño para un rodaje de publicidad. Nos despedimos por la noche: a ver si hay suerte y sale esto, abrazos y buenos deseos.». Sin embargo, el director de fotografía no vuelve a saber nada del anuncio hasta este miércoles, el día de su presentación . Y cuál no sería su sorpresa al comprobar que la agencia para la que había trabajado, Leo Burnett, había resultado ganadora del concurso, valorado en 840.000 euros.

«En algún momento del proceso de decisión del tándem agencia + productora me dejaron al margen, a mí y muchos otros del equipo que trabajó gratis para que este anuncio ganara el concurso», se queja el director de fotografía.

«No quiero ser cínico, puede que si hubiera sido un proyecto pequeño no me hubiera importado, lo hubiera dejado pasar. Otra maqueta para nada, otros tantos días de trabajo regalados. Pero la envergadura de esta campaña, el prestigio que ganan los firmantes del anuncio a costa del trabajo invisible de la gente que apostó por la maqueta, eso me ha cabreado. Puede que el fallo fuera mío, no debí trabajar gratis para esa maqueta», admite.

Leo Burnett, la agencia de publicidad que rodó el anuncio, ha respondido esta mañana al escrito del cineasta, explicando que «las maquetas son un elemento que forma parte del proceso de creación y solo son ejercicios teóricos que sirven exclusivamente para trasladar una idea creativa y, desde luego, ni comprometen ni obligan a que los profesionales que intervinieron en ellas», apuntan en una nota.

«Los criterios de selección de los profesionales que participan en las producciones definitivas son múltiples: artísticos, de disponibilidad de calendarios, de afinidad con la idea, de coherencia con el equipo, etc. Este proceso de trabajo es habitual y por todos conocido en el sector. En este caso puntual tenemos constancia que el equipo de la productora RCR informó debidamente a este profesional de los motivos de la decisión», añaden.