Lotería de Navidad 2012: «Desde el punto de vista matemático, jugar a la Lotería de Navidad es una ruina»

Evidentemente no. ABC ha consultado al profesor de Física y Matemática Aplicada de la Universidad de Navarra, Jorge Elorza, para averiguar si realmente merece la pena que gastemos una parte considerable de nuestros ingresos navideños en probar suerte en el sorteo de Navidad. «Desde el punto de vista matemático, jugar a la lotería es una ruina» . Así de tajante se muestra Elorza, quien nos explica que la probabilidad de acertar con nuestro décimo en la Lotería de Navidad «es de 1 entre 100.000» por lo que lo mismo da que compremos en la administración más famosa de todas, en la Comunidad Autónoma en la que tocó el Gordo el año pasado o que apostemos por una terminación determinada.

Precisamente en este aspecto, el de las terminaciones, la historia del sorteo navideño nos dice que el 5 ha sido la cifra más afortunada en la Lotería de Navidad (ha caído en 32 ocasiones), seguido del 4 y del 6. Esto, la verdad, importa bien poco: «El hecho de que la terminación 5 sea la más premiada se debe estrictamente al azar», aclara Elorza. «Usted tiene exactamente las mismas oportunidades de ganar el Gordo comprando un décimo acabado en 5 que en cualquier otra cifra». Además, el doctor Jorge Elorza destaca que «en contra de la creencia de mucha gente, el número 55555 no tiene menos probabilidades de salir que el 35747, sino que tiene exactamente las mismas ».

Por lo tanto, y dado el número de bolas que se introducen en los bombos de la Lotería de Navidad, tendremos exactamente la misma probabilidad (1 de 100.000) de que nos toque un primer, segundo o tercer premio . En cuanto a la pedrea, para el profesor, «la probabilidad de obtener uno de los 1.794 números premiados con 5 euros por euro jugado (la llamada pedrea) es de 0,01794, algo menos que 18 entre 1.000».

El experto de la Universidad de Navarra destaca, además, que el sistema de extracción de bolas utilizado en el sorteo de la Lotería de Navidad implica que «todos los números tengan exactamente las mismas probabilidades de ser elegidos». Además, al contrario de lo que puede ocurrir en otras apuestas, como por ejemplo la Quiniela, «en la Lotería de Navidad no influye nuestro conocimiento, pues si lo hiciera tendríamos información privilegiada y el sorteo sería una trampa». «En una Quiniela- explica el doctor- aunque todos los resultados son posibles, el conocimiento puede ser empleado, podemos hacer nuestras cábalas sobre cómo está un equipo de fútbol, si juegan suplentes, si alguno de ellos no se juega nada al final de la liga, si tiene un enfrentamiento más importante en cuatro días...».

Sin embargo, para el doctor en ciencias matemáticas, «si por acertar entendemos hacer diana, obtener el máximo premio, resulta que incluso siendo muy difícil en la Lotería, hacerse con el Gordo sí es, por mero cálculo de probabilidades, más sencillo que la Quiniela, la Primitiva, el Euromillón... ».

En el «día de la salud», como muchos denominan en tono cómico al sorteo de Navidad, la mayoría quedamos más que satisfechos si, por lo menos, recuperamos de algún modo el dinero invertido en décimos. En este caso, el profesor afirma que «matemáticamente hablando, para un número suficientemente grande de dinero invertido, cuanto más juguemos más perderemos. En ningún caso podemos garantizar que comprando una cierta cantidad recuperemos lo jugado» . Sin embargo, lamentablemente para nuestros bolsillos, «el ser humano no solo se rige por los cálculos matemáticos, sino que en las decisiones influyen las emociones, los sentimientos, las costumbres... Uno puede "sentirse obligado" a jugar sólo por que sus compañeros de trabajo jueguen».

Además, Jorge Elorza es rotundo al afirmar que no existe ningún criterio, «por lo menos científico» que pueda seguirse a la hora de escoger el décimo perfecto : ni la terminación, ni la administración, ni la zona geográfica tienen nada que ver para que resulte premiado.

Una de las preguntas que nos hacemos al escoger nuestros décimos es si debemos comprar muchos billetes del mismo número o varios pero con cifras distintas. Ante la duda, el profesor Jorge Elorza nos asegura que esta decisión solo dependerá de lo que nosotros queramos conseguir. «Si lo que quieres es aumentar las posibilidades de que te toque , deberás comprar muchos números distintos, pero si lo que buscas es que te toque mucha cantidad, mejor apostar por todos los boletos del mismo número. Desde el punto de vista matemático, teniendo en cuenta la ley de los grandes números (si uno juega cantidades infinitas de números), las acciones de comprar boletos del mismo número o de números distintos son equivalentes» .

Las probabilidades de que nuestro bolsillo se quede igual que estaba antes del sorteo son, según el matemático, de «una entre diez, pues en este sorteo sólo hay reintegro a una única terminación (la que coincide con el Gordo)». Asimismo, las opciones de perder todo el dinero invertido «dependerán, obviamente, de los boletos que cojamos. Por ejemplo, si compramos un décimo de cada terminación no lo perderemos todo, lo más probable es que recuperemos el reintegro de un solo boleto». Por último debes saber que si eres supersticioso y descartas un número porque ya fue premiado en el sorteo de Navidad anterior , esta cifra tendrá «exactamente las mismas posibilidades que cualquier otra» de volver a tocar.