Tsipras busca árnica ante Juncker y Schulz

El viaje de Tsipras supone un nuevo intento diplomático para conseguir la tolerancia hacia Grecia y sus obligaciones de pago que no consigue en el seno de un Eurogrupo dominado por la férrea posición de Alemania, los países septentrionales, España y Portugal.

El presidente la Comisión Europea (CE) y miembro de ese grupo negociador, Jean-Claude Juncker, ha planteado «varias propuestas» a Tsipras, durante el encuentro de más de dos horas que han mantenido en la segunda visita del líder de Syriza a Bruselas desde que resultó vencedor de las elecciones en Grecia.

Ambos pactaron reforzar la cooperación entre la Comisión y Atenas con el nombramiento de un «alto cargo político» de cada parte, roles que asumirán el vicepresidente de la CE para el Euro, Valdis Dombrovskis, y «probablemente un ministro» griego, según un portavoz de la CE. Además, Atenas creará la homóloga griega del grupo de trabajo que mantiene la CE para dar asistencia técnica a Grecia sobre cómo aprovechar mejor los fondos europeos. Juncker advirtió de que no está satisfecho con el ritmo de las negociaciones entre Grecia y las instituciones, pues consideró que no se han hecho «suficientes progresos» en las últimas semanas.

Por su parte, Tsipras ha reiterado ante Juncker y ante el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, que el problema «no es griego, sino europeo» y ha instado a sus socios a colaborar. «Grecia ya ha comenzado a cumplir sus compromisos mencionados en la decisión del Eurogrupo del 20 febrero (por la que se acordó la prórroga de cuatro meses del rescate del país, hasta fines de junio), estamos haciendo nuestra parte y lo que esperamos es que nuestros socios hagan la suya», aseguró Tsipras.

Las tensiones entre Grecia y parte de sus socios del euro, especialmente Alemania, han llegado a la arena pública en forma de cruce de declaraciones y amenazas, en las que se han recurrido a los agravios de la II Guerra Mundial, a los emigrantes que llegan a suelo heleno y a descalificaciones personales. Schulz recalcó ante Tsipras la importancia de que se suavice esta situación, como una condición necesaria para poder lograr resolver las cuestiones abiertas en torno al futuro de Grecia.

«Hay diferentes puntos de vista e interpretaciones de las decisiones tomadas en la eurozona y esto lleva a tensiones. He aconsejado al primer ministro tratar de resolver las tensiones en los próximos días y hoy en Bruselas», dijo Schulz. Fuentes comunitarias aseguraron que Tsipras «ha recibido claramente el mensaje de Schulz y de Juncker de que debe rebajar el tono».

Juncker apuntó también a la responsabilidad de los socios del euro, sin mencionar a ningún país en concreto, al señalar que la CE no tiene un papel de peso definitivo a la hora de tomar las decisiones finales sobre el futuro de Grecia, ya que éstas recaen en los diecinueve países, incluido Grecia, que forman la eurozona.

«Creo que si hay voluntad política, todo es posible», subrayó por su parte Tsipras, ante lo que Juncker respondió en su habitual tono distendido con un «sí». Dado que la Eurocámara no desempeña un papel directo en las negociaciones del «Grupo de Bruselas» sobre las reformas que tendrá que aplicar Grecia, Schulz centró su encuentro con Tsipras en los retos que aguardan al país a medio y largo plazo.

En este sentido, Schulz propuso crear un «plan específico para Grecia de inversiones y crecimiento con una estrategia de crecimiento y empleo sostenibles para los próximos cuatro meses», el periodo que cubre la prórroga del rescate antes. También planteó movilizar fondos para Grecia de la garantía juvenil, la principal herramienta impulsada por la Unión Europea para atajar el paro entre los jóvenes. «Hay todavía mucho dinero disponible y mi consejo al primer ministro ha sido tratar de crear en Grecia cuanto antes un plan para la contratación de jóvenes desempleados», añadió.

«Creo que en los próximos días es necesario empezar a poner en marcha ideas para superar la crisis y quiero ser sincero, he gastado el 90 % de mi tiempo en discutir sobre cuestiones a corto plazo con nuestros socios para lograr objetivo de compromiso, pero creo que es el momento de empezar a pensar en el futuro», dijo Tsipras. El primer ministro pidió a sus socios «un mensaje de esperanza, no solo (exigencias de) aplicar, aplicar, aplicar y obligaciones, obligaciones y obligaciones».