ABC recopila los motivos de los lectores para querer a Cataluña

Aunque estoy lejos de España, me siento muy español y catalán. Nací en Extremadura, mi madre es de Barcelona y tengo familia del alto y bajo Ampurdán (Cadaqués, Figueres, La Bisbal). Con dos meses ya fui a Cataluña por primera vez y así ha seguido siendo durante toda mi infancia y juventud. Cada vez que vuelvo a España voy a Girona. Me gusta el catalán, que entiendo y en el que me defiendo, me gustan las sardanas, la tramontana, la maravillosa Costa Brava ... Soy hincha del Espanyol, me gusta el espíritu práctico y emprendedor de los catalanes... Cataluña me gusta. Soy un español con más de la mitad del corazón muy catalán. No me gustan las barreras entre los pueblos. Soy ciudadano del mundo.

Porque me gusta el cava, porque crecí con los libros de la editorial Bruguera, porque Cataluña hizo a España (y no solo Castilla). Porque rezo a la Moreneta y me emociona el Virolai, porque adoro Barcelona, porque de pequeño era del Barça (ahora no soy de ningún equipo), porque admiro a Vicens Vives y a Seco Serrano (no es catalán, pero como si lo fuera). Por mil razones que no caben aquí, pero sobre todo porque sé que la buena gente de Cataluña también nos quiere a nosotros y nunca ha dejado de sentirlo.

Porque no importa como la llamen, Cataluña, Canarias, Galicia o Extremadura, todas estas partes y muchas más forman España. Ya es hora que todos veamos la realidad tal y como es, somos un pueblo y juntos conseguiremos lo que nos propongamos, pero solo juntos. Cataluña siempre ha sido parte de España y aunque algunos intenten tergiversarla, tenemos una historia en común, unas raíces que nos unen y que nos hacen iguales para el resto del mundo. Cuando oigo que el resto de españoles roban a los catalanes solo siento rabia; eso es lo que los políticos quieren que pensemos ¿no? Pues yo me niego a pensar que un humilde trabajador gallego o un agricultor andaluz roba nada a un empresario catalán. Son los gobiernos los que nos roban a todos y solo juntos podremos hacer desaparecer de nuestro país a todos esos corruptos que roban y pretenden dividirnos para ser más fáciles de manejar. ¡Basta ya de mentiras! Los catalanes o vascos son tan apreciados como un madrileño o como un andaluz, y su lengua igual de valorada como cualquier otra, porque la diversidad plurilingüe y pluricultural es lo que nos hace una nación grande y unida, pese a quien le pese. ¡Viva España! ¡Visca Cataluña!

Yo quiero a Cataluña porque nací en ella. Soy catalán y me siento muy orgulloso, ya que por serlo, tengo también el derecho y el honor de ser integrante de un extraordinario país como es España.

Porque Cataluña es parte de mi país, España, de la misma forma que mi brazo es parte de mi cuerpo. Y desde Platón se escucha a los hombres sabios hablar de la importancia del respeto a la madre Patria.

Soy castellano, soy mediterráneo, latino, español, europeo... Admiro profundamente al pueblo catalán. Su lengua, su cultura, sus tradiciones, su naturaleza. Siento admiración y respeto. Siempre he sido muy bien tratado y muy bien recibido en Cataluña. Adoro la forma que tiene un catalán de pronunciar el castellano. Entiendo perfectamente que un catalán se sienta español en un grado y en una forma diferente a como me siento yo, y respeto a aquel no sienta nada. Pienso que no hay ningún problema en ello. Creo que, por razones de convivencia histórica, por lazos familiares, personales, económicos, e incluso por simple pragmatismo, tiene más ventajas seguir formando parte de un mismo Estado. Decía que os quiero, sí. Deseo aprender vuestra lengua, aunque no viva en Cataluña, deseo que vuestra lengua la aprendan los niños de fuera de Cataluña y deseo que el catalán pueda ser utilizado con normalidad en el Congreso de los Diputados. Deseo un estado plurinacional en el que dos de esas naciones sean Castilla y Cataluña, conviviendo solidariamente y en armonía por un futuro mejor para nuestro hijos.

Porque hace que España tenga más diversidad lingüística y cultural, porque sus gentes, al igual que la del resto del país, somos hermanos, tenemos una maravillosa historia en común, y porque amo España y a cada una de sus partes.

Huérfana

Quiero a Cataluña porque quiero a España, porque creo que lo catalán también es español. Mientras más catalán seas, mientras más acento catalán tengas, mientras mejor bailes la sardana y más alto subas en los castellers, más español te veré. Porque este país sin Cataluña estaría incompleto y Cataluña sin España estaría huérfana.

Cataluña es España. Porque una parte no es, ni puede ser nada sin el todo. ¡Viva España y viva Cataluña!

Porque, como madrileño, me gusta sentirme en casa en Cataluña. Porque me fascinan Gaudí, Dalí y Xavi Hernández. Por los Pirineos y el Mediterráneo. Y, sobre todo, porque creo que entre un catalán y yo hay muchas más cosas que nos unen de las que nos separan.

Quiero a Cataluña porque es la tierra que me acogió hace 25 años, porque aquí me casé y porque aquí nacieron mis hijos. Quiero a Cataluña tanto como a Andalucía, la tierra que me vio nacer y a mi país, España, porque son más poderosas las cosas que nos unen a todos que las que nos quieren vender aquellos que reinventan la historia y se dedican a fomentar la fractura y el odio. La inmensa mayoría de los catalanes son ejemplo de concordia y de bondad, buenas personas, trabajadores, generosos y con un pasado, unos lazos y una historia que estarán de por vida ligada al resto de los españoles.

Quiero a Cataluña porque soy catalán, quiero a España porque soy español. Por nuestras venas corre historia y sangre común, por nuestra alma, retos e ilusiones. Juntos sumamos más.

Tendamos puentes, generemos sinergias, apoyémonos, y quitemos argumentos a quienes dicen que España insulta y roba a Cataluña, ofreciéndoles motivos para seguir juntos (y no al revés).

Claro que quiero a Cataluña, por supuesto, desde hace cinco siglos es parte de mi país, al que quiero. Quiero a mi brazo, a mi pie, a mi mano. Quiero a Extremadura, a Madrid, a Murcia, a Melilla, a Cataluña, porque sencillamente es algo mío y además algo bonito».

Porque mi hijo tuvo un accidente en Cataluña y fuimos a un hospital en la localidad de Sabadell donde nos atendió un equipo dirigido por una cirujana, catalana por los cuatro costados, que actuó con un cariño y una profesionalidad enorme. Tanto que me pareció un ángel. Porque mis hijos juegan al hockey patines y los catalanes son los mejores. Adoro a los catalanes. Viva Cataluña. Sin duda alguna.

Tengo casi toda la familia en Cataluña, de padres emigrantes. Más de un millón de andaluces levantaron esta tierra con sudor y lágrimas, y ahora son tan catalanes como los separatistas. Comparto lo de Cataluña es España.

Soy el presidente de la Asociación de negocios España-Canadá. Conozco muy bien el desastre económico que ha representado el proyecto de independencia de Quebec que pasó de ser la provincia más fuerte económicamente a la penúltima. Quebec y la ciudad de Montreal son muy ricas en su cultura francófona y multicultural. Barcelona seguirá siendo una de las mas bellas ciudades del mundo. Y dentro de España seguirá siendo el ejemplo de cultura, innovación, alegría y amor. A los catalanes les ruego que se queden. A los españoles les pido que paren los boicots y compremos productos catalanes. ¡Viva Cataluña! Y brindemos nuestra solidaridad con una buena copa de Freixenet.

Los españoles en Cataluña sufrimos toda suerte de discriminación por parte del nacionalismo excluyente en el poder mientras los gobiernos centrales no hacen absolutamente nada para proteger a sus ciudadanos. Quisiera pedir al resto de ciudadanos españoles: no nos abandonéis.

La diversidad de los pueblos de España enriquece su unidad como nación. Cataluña y todas las regiones españolas son aún más queridas cuando estamos lejos.

España, nación de naciones. Cataluña, elemento fundacional de la realidad de España.Es imposible no querer a Cataluña, su bella lengua, su cultura milenaria, su arte, su gastronomía, sus gentes, sus paisajes, su mar y su corazón y capital: Barcelona, una de las ciudades mas bonitas del mundo y, como la describió Cervantes, archivo de la cortesía.