El Gobierno estudia un futuro viaje de Margallo a Cuba

No hay, en cualquier caso, ninguna decisión tomada sobre un desplazamiento del ministro a Cuba, ni consta públicamente que Medina haya sido portador de una invitación oficial, pero el camino que están tomando las relaciones de la isla con la Unión Europea y con sus países miembros , están haciendo sopesar la conveniencia del viaje. España levantó hace meses las reservas para que Bruselas y La Habana comenzaran a negociar un acuerdo de diálogo político y cooperación y lo hizo, en parte, forzada por la realidad de que más de la mitad de los socios comunitarios han suscrito ya acuerdos bilaterales con Cuba.

De hecho, hace pocas fechas han estado en la isla en sendos viajes el ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, y su colega holandés, Frans Timmermans, siguiendo una corriente de pragmatismo a la que podría sumarse España, entre otras razones por las facilidades que el régimen de los Castro está dando a la llegada de inversiones extranjeras.

Precisamente, la estancia del primer viceministro de Exteriores cubano en Madrid ha estado precedida en unas horas por la de la viceministra de Comercio exterior, que, acompañada, de un nutrido grupo de directores generales de diversos ministerios, ha explicado en el Consejo Superior de Cámaras de Comercio el contenido de la nueva ley de inversiones extranjeras y de los beneficios de la zona especial de Mariel, con los que las autoridades cubanas pretenden captar capitales foráneos.

La información facilitada por el Ministerio de Asuntos Exteriores español sobre las reuniones de Medina en España se limita a una escueta nota publicada en su página web, en la que señala que se habló de la futura Cumbre Iberoamericana de Veracruz y de la candidatura de España al Consejo de Seguridad de la ONU. La nota no entra en detalles, aunque es públicamente conocido que Cuba es, junto con Brasil, el único país de América Latina que no se ha comprometido hasta ahora a votar a favor de España.

García-Margallo ha conversado ya en varias ocasiones durante foros multilaterales con el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, pero no ha habido intercambio de visitas oficiales. Ambos han mantenido siempre un contacto fluido, especialmente con motivo del «caso Ángel Carromero» , en el que alcanzaron un entendimiento para que el dirigente juvenil del PP cumpliera en España la condena de cuatro años por homicidio que le fue impuesta por la muerte de los disidentes Oswaldo Payá y Harold Cepero, que viajaban en el coche que él conducía y que sufrió un oscuro accidente en Cuba.

En una entrevista con ABC poco después de ser nombrado ministro, García-Margallo dijo que no iría a Cuba si no podía reunirse con los disidentes. Desde entonces, a algunos de ellos ha podido verlos en Madrid, a donde viajaron, tras suprimir el régimen castrista bastantes trabas para salir de la isla.