Merkel y Hollande acuerdan acelerar el fondo contra el paro juvenil y la unión bancaria

Horas después que el presidente francés fuese duramente criticado por el partido de la canciller, tras las durísimas críticas de varias personalidades francesas contra el gobierno alemán, la pareja Merkel Hollande intentó acallar ese rosario de mutuas recriminaciones, anunciando que París y Berlín volverán a proponer al resto de los miembros de la UE algunas iniciativas y proyectos comunes.

Merkel y Hollande proponen, de entrada, una presidencia «reforzada» del Eurogrupo, que hasta ahora tenía una presidencia rotativa. Ambos repitieron al alimón una misma «ambición»: «Es urgente ofrecer a los jóvenes algo más que la austeridad. Es urgente favorecer el acceso de los jóvenes al mercado del trabajo y al crédito».

En este sentido, acordaron acelerar la puesta en marcha del fondo europeo de 6.000 millones para combatir el paro juvenil. La canciller ha explicado que el objetivo es que este fondo euros pueda gastarse entre 2014 y 2015, y no en siete años como estaba previsto. Estas cuestiones se concretarán en la reunión de ministro s de Empleo de la UE que ella mismo ha convocado en Berlín el 3 de julio. Por lo que se refiere a las pymes, otra de los puntos centrales de la reunión, Hollande ha dicho que se trata de que «de manera rápida y concreta el BEI pueda aportar liquidez, crédito, a las empresas de los países más afectados por la crisis, y de forma más general a las empresas innovadoras». También expresaron su deseo de acelerar la implementación de la unión bancaria.

La canciller y el presidente han negociado una propuesta franco-alemana, que ambos presentarán en la próxima cumbre europea, repescando un rosario de ideas más o menos conocidas sobre competitividad, empleo, crecimiento y creación de empleo.

A la hora de presentar tal iniciativa común -la primera, desde que Hollande fue elegido presidente, el 6 de mayo de 2012-, Merkel y Hollande la matizaron desde posiciones paralelas, que no siempre son «idénticas», ni mucho menos. Hollande espera que termine siendo realidad el pacto de crecimiento europeo adoptado hace un año por la UE, cuando se anunció con mucha pompa la «inversión» de unos 120.000 millones de euros en «proyectos con futuro europeo». El presidente francés espera que ese proyecto «termine traduciéndose en actos».

Merkel, por el contrario, prefirió insistir en la necesidad de restaurar la competitividad de toda Europa . No sin cierta ironía mordaz, la canciller afirmó en una rueda de prensa, en el Elíseo, que «hace diez años, Alemania era el enfermo de Europa... pero Alemania hizo las reformas necesarias y Alemania vuelve a exportar y crear riquez»”. Sintiéndose veladamente aludido, Hollande añadiría: «Fui el primero en afirmar que Francia necesitaba restaurar la competitividad perdida. Y sigo pensándolo».

La canciller y el presidente esperan que la escenificación positiva de sus relaciones debiera acallar las tensiones provocadas por las críticas socialistas francesas contra Merkel y las críticas conservadoras alemanas contra Hollande.

El esfuerzo de entendimiento y buena voluntad entre la canciller y el presidente comenzó con un lapsus quizá significativo. Angela Merkel comenzó su resumen del encuentro con este lapsus: «Los temas de trabajo evocados con François Mitterrand han sido la competitividad, el empleo, el crecimiento el paro de los jóvenes...». Advertido el lapsus, Hollande se echó a reír y la Merkel esbozó una sonrisa de circunstancias.