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El fútbol estrecha el cerco a los ultras

La Comisión Antiviolencia constata que los clubes han limitado sus vínculos con los ultras desde la muerte de Jimmy

El fútbol estrecha el cerco a los ultras

j. c. c.

Es muy probable que los jugadores del Rayo Vallecano no encuentren argumentos para volver a calzarse botas con cordones naranjas. No, al menos, mientras las instituciones que gobiernan el deporte y el fútbol persistan en su idea de cortar los vínculos con los aficionados ultras. ... La plantilla rayista plasmó una supuesta solidaridad con sus aficionados radicales el pasado 16 de marzo en el partido contra el Granada. Los Bukaneros protestaban vestidos de naranja como los presos de Guantánamo por lo que entendían es un acoso policial. La Comisión Antiviolencia, que vela por la seguridad del deporte en España, se puso en contacto con el presidente del Rayo y le hizo saber que esas prácticas estaban fuera de lugar, en desuso y podían ser causa de sanción. Los futbolistas del Rayo no han usado más cordones naranjas. Es un ejemplo que consideran esencial los impulsores del cambio de rumbo respecto a la violencia en el fútbol español. Hoy juegan Deportivo y Atlético. Cuatro meses y medio después de la muerte de Jimmy, el hincha gallego, los ultras empiezan a desaparecer de los campos. Buscan otras vías de intervención, nuevos caminos, pero el cerco se ha estrechado sobre ellos.

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