Los pecados capitales que condenaron al Real Madrid ante el Barcelona Regal

El Real Madrid llegaba a Vitoria como el mejor equipo de Europa en esa faceta. Un acierto por encima del 40 por cierto le convertían en el mejor ataque de perímetro del continente, pero ante el Barcelona no estuvieron tan acertados y abusaron de la larga distancia. Llull es el mejor ejemplo de ello, con una serie de 6 de 17 desde la línea de triple. Una temeridad para un solo jugador.

El equipo que más puntos hace en la Liga Endesa (89,2) se quedó en apenas 77 al final de los primeros cuatro cuartos. Ese bajón se debió a la mala selección de tiro y a los pocos balones fáciles que llegaron en contragolpe. Xavi Pascual, como ya ocurriera en el partido de liga disputado en el Sant Jordi, supo frenar las galopadas blancas.

Fue Begic el primero que fue a la línea del 4,60 por parte del Real Madrid. Sus dos fallos consecutivos fueron un anticipo de lo que se le venía encima a Pablo Laso. El acierto final del 66% está muy lejos del habitual de los blancos y les lastró en los momentos importantes. Jugadores fiables como Rudy, Mirotic o Llull fallaron en momentos clave en esa faceta. Ante Tomic, sin embargo, sumó los seis que dispuso.

Nunca supieron cómo frenarles. Demasiado pendientes de Mickeal y Navarro, el pick and roll del brasileño y el croata fue una pesadilla para el Madrid. Juntos sumaron muchos puntos, sobre todo en una segunda mitad en la que Tomic estuvo excelso (18 puntos tras el descanso).

El Barcelona no tuvo que recurrir en exceso al tiro exterior, porque encontró más facilidades de las esperadas cerca del aro. Slaughter, el pívot menos corpulento del Real Madrid, fue el que más minutos disputó junto a Mirotic y por ahí encontró petróleo el Barça. Las canastas cerca de la zona, puntos sencillos, fueron una constante durante gran parte del encuentro. Una sangría que terminó costando la victoria.