Suscribete a
ABC Premium

Éxito inaugural

F. JAVIER SANTOS

Comenzó el sábado una nueva edición del Festival de Piano «Rafael Orozco» con propuestas lo suficientemente apasionantes como para convertirlo de nuevo en el acontecimiento musical del año de esta ciudad lastrada culturalmente por tantas y tantas cosas (la última, el nuevo y vergonzante recorte presupuestario de la Orquesta). En esta ocasión el concierto inaugural estuvo a cargo del pianista sevillano Iván Martín quien, en compañía de la Joven Orquesta de Córdoba, abordó la noche del sábado el tercer concierto para piano y orquesta de Sergei Rachmaninov.

Vaya por delante que cosechó un éxito incuestionable, que los aplausos del público no dejaban lugar a dudas y que nuestro artista tuvo que salir a saludar al menos cuatro veces después de su particular traducción del inmenso trabajo del gran autor ruso. Es obvio que Iván Martín posee una técnica por momentos apabullante, capaz de enfrentarle a un trabajo considerado entre los más difíciles de todo el repertorio con total garantía, lo que ya demostrara hace unas temporadas cuando pudimos escucharle con la suite «Iberia» de Albéniz.

Pero toda la fundamental carga de lirismo, toda la hondura y melancolía desbordantes que caracterizan la obra de Rachmaninov desaparecieron en lo que aparentó ser una pura y exclusiva demostración de fuerza y músculo pianísticos, aplastando de paso a una orquesta ahogada de antemano que fue incapaz de superar los decibelios del piano y de seguir su discurso musical. No hubo más pero insisto, la gente vibró, y mucho, y nuestro músico se apuntó un nuevo tanto.

La segunda parte de la velada, ya con bastantes ausencias de unas entradas que me recordaron las de claque, tuvo como protagonista la primera sinfonía de Brahms, en la que Orquesta y director pudieron por fin sacar la cabeza y salvar airosamente los papeles. José Santofimia realizó una lectura equilibrada, alejada de excesos y moderada y justa en sus tensiones internas, que contó con la ayuda de unos segurísimos y expeditivos jefes de filas para tal efecto. La formación sinfónica, afinada y empastada, pareció disfrutar y lo transmitió a un público que no escatimó en aplausos y muestras de cariño, cerrando con solvencia el primero de los sin duda excitantes conciertos que el «Rafael Orozco» nos tiene reservados para esta edición.

Éxito inaugural

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación