«Bretón no pasaba ni una sólo en el ámbito familiar»

A su mujer no le ha pasado una. Tiene incapacidad para perdonar», ha señalado el psiquiatra José Manuel Jaquotot, responsable de la unidad de agudos del hospital Reina Sofía, que ha matizado que «Bretón no es tan inteligente. Suspendió dos cursos en el Bachillerato y perdió la oportunidad de estudiar una carrera porque no fue a clase». «Jaquotot ha destacado que «Bretón no es un hombre frío, es irritable y se dispara, pero sólo lo hace en casa», ha precisado el psiquiatra.

Este experto ha destacado el momento crítico que le supuso al acusado la decisión de Ruth Ortiz de separarse. «Es un hombre desesperado. No tiene trabajo, vive de lo que gana su exmujer, fuera de Córdoba. Todo su mundo se viene abajo. Monta una estrategia de regalos, pero también le falla». En la entrevista que mantuvieron en prisión, Jaquotot ha destacado que Bretón le aseguró que pensaba que su relación con Ruth «todavía podía arreglarse» algo que descolocó a los peritos.

Por su parte, la psicóloga María José Nieto ha indicado que le sorprendió tanto la capacidad de control sobre sus emociones, «me dijo que no iba a ganar nada con alterarse», y manipulaba las respuestas de los test para «seleccionar la que más le convenía. Trató de convencerme de que había superado todas sus obsesiones».

«Si él cree que va a tener un beneficio con el control de sus emociones lo ejerce, sino, no», ha añadido el responsable del Instituto de Medicina Legal, José Sáez que ha destacado que a lo largo de su carrera «ha encontrado pocos casos con tantos rasgos de personalidad como Bretón».

Infancia y suicidio

Acerca de la capacidad para distinguir el bien del mal, los expertos aseguraron que «su capacidad está totalmente conservada», es decir tenía pleno conocimiento de los hechos. Los expertos también han incidido en el pasado de Bretón. En concreto en el intento de suicidio del año 1997, que trató de ocultar a los expertos.

Bretón «simuló» quitarse la vida, ya que «no se encontraron restos de fármacos en el lavado gástrico». «Fue una llamada de atención. Bretón lo proyecta todo y le echa la culpa de todo a los demás, algo que hizo en aquella ocasión», ha referido.

También se ha hablado de la infancia del acusado, que sufrió malos tratos por parte de su padre hasta los ocho años. «Le pegaba con una correa, pero él lo justificaba porque entendía que era revoltoso. Tuvo problemas de contención con la orina y estos hechos pueden haber influido en su vida adulta», han señalado los expertos que han añadido que, «Bretón se emocionó y hundió» en el transcurso de los encuentros que mantuvieron en prisión.