Cómo ahorrar en una compra: lleva tacones altos
Un estudio dice que concentrarse en el equilibrio del cuerpo influye a la hora de tomar una decisión de consumo

Cuando uno se dispone a comprar un artículo caro, como un electrodoméstico, un televisor o un smartphone, los expertos recomiendan de forma muy razonable informarse de antemano sobre el objeto en cuestión y comparar precios. Pero hay otra cosa que podemos hacer para no gastar demasiado: llevar tacones altos. El motivo, según un curioso estudio de investigadores de la Universidad Brigham Young (BYU) no es que caminar en las alturas nos canse tanto que decidamos volver a casa cuanto antes con nuestra cartera a salvo, sino que los consumidores que experimentan una mayor sensación de equilibrio tienen una mayor tendencia a sopesar las opciones y adquirir un producto de precio medio ; no el más barato, pero tampoco el más caro.
Si la opción de llevar tacones le parece demasiado incómoda (o excéntrica porque es un varón), tiene otras opciones para sustituirlos. Puede subir y bajar las escaleras mecánicas del centro comercial, jugar un rato con la Wii Fit , o simplemente ir de compras inmediatamente después de su clase de yoga . Los resultados son los mismos.
A pesar de que este tipo de calzado no es el favorito de podólogos y otros especialistas médicos, «si usted es alguien que tiende a gastar en exceso, o si es una persona extrema, entonces tal vez debería considerar la compra de zapatos de tacón alto», afirma uno de los autores del estudio, Jeffrey Larson, profesor de Marketing de la BYU.
Larson ha descubierto que casi todo lo que obliga a la mente a concentrarse en el equilibrio afecta también a sus opciones de compras. En el ejemplo del televisor, los consumidores que se encuentran en esta situación son más propensos a adquirir un aparato de 42 pulgadas (450 dólares) en vez de 32 pulgadas (300 dólares) o una pantalla de 50 pulgadas (650 dólares).
El estudio es parte de un área emergente de investigación que examina la relación entre las sensaciones físicas y la toma de decisiones . Estudios previos han examinado el papel del calor, el peso y el hambre.
A la pata coja para comprar una impresora
Para el estudio, que aparece en la edición actual de la revista Journal of Marketing Research, los autores llevaron a cabo experimentos donde el equilibrio se introdujo en la experiencia del consumidor, como estar recostados en una silla mientras hacían compras online, jugar a la Wii Fit mientras respondían preguntas acerca de las opciones de diferentes productos o mantenerse a la pata coja mientras consideraban qué impresora comprar.
Otros elementos que podrían tener efectos similares, pero no se incluyeron en los experimentos, son tomar decisiones de compra mientras uno está en un crucero o camina sobre la acera helada durante las compras de invierno.
Los autores señalan que lo más importante del estudio es que la gente debe ser consciente de cómo las fuerzas físicas pueden cambiar la manera en que pensamos acerca de las cosas. «Hay que sentarse un minuto y considerar, ¿es esto realmente lo que quiero, o pueden los zapatos que llevo influenciar mi decisión?», apunta Darron Billeter, coautor de la investigación. «Tenemos que ser más conscientes de lo que está influyendo en nuestras opciones».
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