«Cuando le dije a Raphael que llevo el corazón de su donante de hígado, se quedó pasmado»
Entrevista a Pedro Sánchez García, oresidente de la Asociación de Transplantados de CLM

El toledano Pedro Sánchez García, de 59 años, lleva dos años al frente de la Asociación de Trasplantados de Castilla-La Mancha, cargo en el que sustituyó al recordado Jesús Aguado. Nacido en la localidad toledana de Menasalbas, y criado en la finca «El Robledo de Montalbán» —situada entre San Pablo de los Montes y Navahermosa—, llegó a los 14 años a la ciudad de Toledo, donde vive desde entonces junto a su esposa e hijos.
Hace nueve años, la situación de Pedro era desesperada; su estado de salud empeoraba por momentos por la afección cardiaca que padecía desde hacía cinco años y que ya le tenía postrado en cama. Su corazón se apagaba irremediablemente.
«Era un cadáver»
En aquella época estaba muy malito, malísimo. Y eso que yo tengo un espíritu fuerte; pero ya no comía, ni dormía, ya era prácticamente un cadáver», comenta a este diario. Recuerda que cuando todo parecía indicar que debería despedirse de la vida, —con solo 50 años y los 37 kilos que su deteriorado cuerpo pesaba—, sonó el teléfono de la vida, de su nueva vida, de una segunda oportunidad otorgada por la generosidad de una persona anónima.
Llamamiento para que la región reduzca su nivel de negativas familiares a la donación de órganos
Y Pedro, que había tenido que abandonar su trabajo de fontanero calefactor en la empresa «Jacinto Díaz», marchó a Madrid a recoger su corazón. Ese mismo día, mientras eso ocurría, en otro quirófano al cantante Raphael le realizaban un trasplante hepático. Ambos órganos, hígado y corazón, formaban parte de una misma anatonomía, pertenecían al mismo cuerpo humano que poco antes había perdido la vida por muerte cerebral. Era un joven de 29 años, probablemente muerto en accidente.
Su generosidad, y la de su familia, no solo salvaron ese día las vidas de Pedro y Raphael, sino las de cuatro personas más a las que les fueron trasplantados otros órganos extraídos al mismo donante. «La coordinadora de trasplantes del Puerta de Hierro me dijo que era un varón de 29 años», y también supo que Raphael había recibido otro órgano, explica Pedro Sánchez.
«Reencuentro»
Y fue el día 8 de noviembre de 2011 cuando estos «nuevos hermanos» de carne y sangre —y por qué no, quizás también de espíritu—, se «reencontraron». Fue en Toledo, el día en que la Asociación de Trasplantados de Castilla-La Mancha entregó al famoso cantante el premio «Siembro esperanza, recojo vida», instituido para premiar la labor de personas e instituciones que han apoyado a este colectivo de pacientes. «En todas sus galas Raphael hace mención a la importancia de la donación y da las gracias a todos los donantes. Es un embajador mundial de la donación de órganos», subraya Pedro.
Arropado por toda su familia y por su consuegro, el entonces presidente del Congreso de los Diputados y expresidente de Castilla-La Mancha, José Bono, Raphael recogió emocionado el premio de manos de Pedro. «Entonces le dije que yo llevaba el corazón de su mismo donante. El se quedó pasmado, con la boca abierta, y diciendo no me lo puedo creer, no me lo puedo creer. Y eso, ¿cómo lo sabe?, me preguntó. El tampoco sabía que su donante tenía 29 años. Sus hijos, que estaban en el acto, se quedaron también pasmados, y su mujer. Y entonces empezaron a decirme “¡ahora eres hermano de Rafael!”».
Ahora, Pedro continúa con su labor al frente de la asociación, con los problemas económicos derivados de la crisis y la urgente necesidad de ser más activos para potenciar la concienciación social de la donación. El porcentaje de negativas familiares a esta práctica superó l 21,6% en Castilla-La Mancha en 2011, «a ver si conseguimos el 0%», anhela Pedro, porque «somos la tercera comunidad española por la cola en donaciones».
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