Athletic-Barça 1984, la final de los palos

Los seguidores del Athletic lo recuerdan porque ha sido hasta la fecha el último título del club vizcaíno, pero lo que el resto de aficionados no olvida de aquel choque fue la trifulca que se lió al final, con Maradona atizándose contra todo bicho viviente con la camiseta rojiblanca que se cruzaba y con escenas escalofriantes como la patada voladora de Migueli sobre la chepa de uno de sus contrincantes vencedores.

Lo de menos fue el partido, un partido que por otra parte estuvo también salpicado de acciones violentas. La excitación en la grada se extendió al campo y los protagonistas no hicieron nada por rebajar la tensión. Como muestra, un botón: Schuster fue alcanzado por un objeto lanzado por el público y reaccionó arrojando ese mismo objeto a la tribuna. Pero aquello quedaría en nimiedad cuando el árbitro pitó el final. Con el joven Clemente saliendo del banquillo para celebrar un nuevo éxito con el Athletic, un frustrado Maradona se enzarzó con varios jugadores vascos. No tardaron en llegarle los refuerzos. Especialmente, activo el de Tarzán Migueli, que se empleó con contundencia de karateca en aquel lamentable pospartido. La riña se convirtió en multitudinaria y sería lo más recordado de aquella Copa.

Hoy, un día antes de una nueva final entre estos dos históricos del fútbol español aquel capítulo puede contemplarse con perspectiva histórica. En el Athletic, con gente como Goicoechea o Pachi Salinas , no eran hermanitas de la caridad, pero enfrente estaba un equipo en el que, además del despendolado Maradona, militaba gente como Migueli, Julio Alberto , Alesanco o Víctor , tipos a los que cabe calificar, cuando menos, de aguerridos. Aquella final demostró lo que pasa cuando se juntan gasolina con fuego. Es de esperar que en la de mañana prime el fútbol.