Andrés Pérez, «el cura Apple» de Nerja que ha sustituido el misal por el iPad

Andrés se encuentra en el pequeño despacho que tiene en la sacristía y donde conviven el pasado y el presente, la tradición y la modernidad. Entre decenas y decenas de libros religiosos se alza la pantalla blanca de su Macintosh; junto a la que confiesa «ha sido mi mejor inversión», el iPad que compró para la iglesia y que se ha convertido en una herramienta indispensable que sucedió a su primer iPhone. «Lo reconozco, me he convertido a la religión Apple» , confiesa en clave de humor. La necesidad de almacenaje y la aparición de los archivos «pdb», que acumulan mucha información y ocupan muy poco sitio, le llevó a conjugar la tecnología con su labor eclesiástica. La última invención de Steve Jobs es la particular biblioteca en la que almacena los catecismos, la Liturgia de las Horas o los documentos de la Conferencia Episcopal, por ejemplo. Un avance que ha sustituido al misal y que está presente en el altar, pero dejando claro que «la misa es la misma».

«La gente no ve el iPad desde sus asientos, pero me da la sensación de que alguno se pregunta por qué no paso páginas y muevo el dedo», comenta, para recordar que también utiliza la «tablet» para poner música y «una feligresa me preguntó si yo hacía magia».

El «cura Apple», al que algún compañero de sacerdocio también llama «el cura cacharros», explica que quienes más se extrañan de que aplique las nuevas tecnologías en su labor diaria son los jóvenes, «que pueden tener un concepto de la Iglesia como una institución carca», pero que «está muy al día», como demuestran la web del Vaticano o el perfil de Facebook del Papa Benedicto XVI . La red social, en la que reflexiona sobre la palabra de Dios, es una herramienta con la que interactúa con los feligreses y, «lo más importante», que le permite «llegar a gente que habitualmente no pisa la Iglesia e intentar despertar su fe dormida».

Andrés Pérez tira de modestia para declararse un profano en el uso tecnológico, aunque su currículo acaba dejándolo «mal». Cursos prematrimoniales en powerpoint , cantos proyectados en una pantalla o reproductores musicales son habituales para él.

La simbiosis con las nuevas tecnologías le lleva a hacer de internet una herramienta básica en su día a día, hasta el punto de que «me tiraba de los pelos un día que tuve problemas con la conexión», concluye entre risas.

Las peculiaridades de la iglesia de El Salvador de Nerja no se limitan a las aficiones tecnológicas de su sacerdote. Emplazado junto al conocido Balcón de Europa, lugar de paso indispensable para los turistas, el templo incluye entre su «oferta» evangelizadora misas en inglés que se ofician los domingos .

Esta curiosa iniciativa se puso en marcha para atender las necesidades de los residentes extranjeros en el municipio, «y es una forma de que otros aprendan idiomas», señala amablemente Andrés Pérez.

La integración de la comunidad extranjera en la vida de la parroquia es algo que el cura quiere impulsar y por eso también está poniendo en marcha «un coro internacional» compuesto por vecinos de distintas nacionalidades.