Se multiplican los rumores, siempre más precisos, sobre el posible embarazo de Carla Bruni, que pudiera volver ser madre a los 43 años, en octubre, dando al presidente Nicolas Sarkozy su cuarto hijo de su tercer matrimonio.
Gala cree poder afirmar, en su portada, que la primera dama de Francia dará a luz el próximo mes de octubre, dejando en suspenso un detalle sobre el que no hay acuerdo: los “rumorólogos” más avezados no terminan de saber si Carla Bruni, a su edad, será madre de dos hermanitos, ella que ya es madre del pequeño Aurélien, cuyo padre, el ensayista Raphaël Enthoven, sostiene relaciones cordiales con el presidente de la República.
Voici, por su parte, afirma que Carla Bruni fue sorprendida, días pasados, haciendo compras propias de una futura mamá, por un montante de quinientos euros cortos.
Aquí y allá, por todas partes, proliferan las fotos de Carla Bruni cubriéndose el pecho y el vientre con sus brazos y un echarpe u otra prenda de manera que vela sin desvelar el estado real de la primera dama.
Toda la prensa rosa ketchup multiplica sus incontables análisis sobre los hábitos, costumbres e indumentaria del cada día más o menos invisible de Carla Bruni, que tiene asegurada su propio cobertura gráfica a través de fotógrafos con los que sostiene relaciones cómplices y cordiales desde los años dorados de su época de modelo y cantante.
Desde el Elíseo, el silencio es de rigor. La presidencia de la República se limita a orquestar, a diario, las idas y venidas de Nicolas Sarkozy, embarcado en la pre campaña de las próximas elecciones presidenciales. Su posible paternidad, dentro de unos meses, también tendrá un palmario e imprevisible alcance político.