El terror castrista
La oposición en Cuba denunció ayer la muerte de Juan Wilfredo Soto García, un disidente muerto a palos por la policía castrista en la localidad de Santa Clara. Nueva lección para los «posibilistas» que han querido ver una apertura sincera en la brutal dictadura de los hermanos Castro. Nada ha cambiado en Cuba, y como prueba valga el triste destino de Soto, nuevo mártir por la libertad en la última dictadura de América. Parece evidente que el destierro de los presos políticos (muchos de ellos enviados a España) sólo fue una estratagema del régimen para intentar su rehabilitación internacional. La verdad de Cuba quedó a las claras en una calle de Santa Clara.
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