Sáenz alerta de que las ayudas públicas pueden dañar al bono
El vicepresidente del Santander dice que «la recapitalización debe ser con dinero privado»
MARÍA CUESTA
«La prioridad de la economía española es defender el bono soberano más allá de individualidades». Este es el mensaje que lanzó ayer Alfredo Sáenz, consejero delegado del Banco Santander, y el momento elegido no fue casual. La crisis de la CAM debe resolverse en ... menos de diez días y la entidad alicantina ya ha anunciado su intención de pedir 2.800 millones de euros públicos al FROB. Sáenz advirtió que las entradas de capital en las cajas «deben ser principalmente con fondos privados y sólo como último recurso con dinero público».
Pero en un ejercicio de realismo, el vicepresidente del Santander fue más allá y dejó claras las premisas a seguir en el caso de que finalmente sea inevitable el recurso al FROB: «la entrada de fondos públicos debe realizarse a precios de mercado porque si no se acabará dañando al bono español». Lo cierto es que, en esta segunda vuelta de tuerca de exigencias de capital, la apelación al capital del FROB ha llegado a ser vista por algunas cajas como una cómoda alternativa para esquivar los dolorosos descuentos que exigen los inversores privados para poner su capital sobre la mesa.
Y Sáenz quiso despejar cualquier tentación de que así fuera advirtiendo de que los riesgos que ello conlleva son inasumibes. «Si esto ocurre y afecta a la prima de riesgo se perjudicará a todo el sistema económico español. No se debería hacer nada que ponga en peligro al bono español», concluyó.
Sin margen de error
La importancia de la evolución de la deuda soberana en los mercados no reside sólo en la estrecha relación que ello tiene con la financiación de las entidades financieras, sino también en el escaso margen de reacción de nuestro país: «una economía que no tiene banco central no se puede permitir el lujo de cometer errores», dijo, pues no puede solventarlos luego con la política monetaria. Por ello, pidió poner en marcha un ejercicio riguroso y transparente de reconocimiento de pérdidas que se limite al sector privado con el objetivo de evitar dañar las cuentas públicas.
En cualquier caso, Sáenz se mostró optimista en lo que al conjunto del sistema se refiere. Y es, que tras los acontecimientos de los últimos seis meses, «se está empezando a ajustar» y se está avanzado hacia la dirección «correcta». Por ello, «mi sensación es que el sector financiero español se está acercando ya a un punto de inflexión similar al que protagonizaron los bancos norteamericanos e ingleses en 2009».
Recuperar lo perdido
En cuanto a la situación del Santander, Sáenz ha destacado que «Latinoamérica y otras economías emergentes están creciendo ya mismo y tienen perspectivas excelentes para los siguientes años», algo de lo que el grupo está sacando partido. «El Santander se beneficia de un mundo a dos velocidades». Además, el banco cuenta con los ingresos que aportan al grupo los mercados de Estados Unidos y Reino Unido, que representan el 45% del beneficio. Y con nuevas adquisiciones, como el tercer banco polaco, Zachodni, que aportará al grupo un beneficio cercano a los 500 millones en 2011.
Todo ello ha permitido compensar el estancamiento de España, donde, en opinión de Sáenz, no llegarán los crecimientos vigorosos del PIB hasta finales de 2013 y principios de 2014, de la mano, eso sí, de una normalización del sector financiero y una recuperación del crédito. Por lo pronto, la estrategia doméstica del grupo cántabro se centrará en «recuperar los beneficios perdidos durante la crisis, combinando el crecimiento operativo y los buenos niveles de rentabilidad».
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