«La arquitectura del Museo reinventa el lugar y su historia»
Ha diseñado uno de los museos más singulares del mundo, pero denuncia el desencuentro entre arquitectura y museografía
MARÍA JOSÉ MUÑOZ
El arquitecto Francisco Fernández Longoria es, junto a Dionisio Hernández Gil, autor del proyecto arquitectónico del Museo del Ejército, levantado sobre la roca madre del asco histórico y sobre la misma Historia de España de sucesivas fortificaciones y culturas.
—¿Qué ha supuesto para usted ... n proyecto de tales dimensiones?
—Aunque el proyecto lo ganamos en 1999, se hizo en 2001, después de muchas excavaciones, cuantas más cosas aparecían, más apoyaban mi teoría de que lo importante no es el objeto, y menos para un museo: lo importante es un contexto. Han aparecido murallas y un conjunto de restos arqueológicos mpresionantes que tiene más de 4.000 metros cuadrados de superficie.
—Esos hallazgos le harían cambiar su proyecto inicial, claro.
—Sí. Como se nos pedía que mantuviéramos el patio de armas del Alcázar, a medida que vamos descubriendo esa joya —la presencia de la roca madre—, empiezan a aflorar cisternas romanas, restos prerromanos anteriores y la presencia árabe como aljibes, murallas defensivas de la alcazaba y sus torreones. Y un jardín colgante en la roca. Y todo eso consolidado porque esos restos los tapa Carlos V cuando decide hacer el Alcázar. La roca madre soporta todo Toledo y es partícipe de todo lo que ha sucedido en la ciudad. Sacamos y exponemos todo lo que hay encima de la roca madre, un espectáculo impresionante que, además, coincide con el objetivo del contenido del museo, porque más elementos defensivos que las murallas no hay.
—O sea, a viva Historia de España.
Sí, esa roca ígnea tendrá millones de años esas cisternas romanas tendrán .000 años y esas murallas árabes son del siglo VIII. osteriormente, los Trastamara hacen encima otro alcázar, y luego Carlos V, más tarde e convierte en residencia real con Felipe II. de prisión asa a Academia Militar y se convierte en un símbolo de nuestra Guerra Civil. Y
numerosos cambios de uso desde prisión hasta Academia militar.
—Un lujo para el visitante
—El turista foráneo llegará a Toledo y se va a encontrar con esta joya que es imposible hallar en ningún otro museo del mundo. Ni siquiera el Museo del Louvre, que está sobre territorio de Luis XIV, tiene esa riqueza, ese poso histórico, ese collage permanente que nosotros realzamos.
—¿Está contento con el resultado?
—Un artista jamás e queda contento, todo es mejorable y ha habido fallosindudables. Se nos decía en las bases del concurso que teníamos que hacer la arquitectura a partir de la museografía, pero ésta se ha hecho después. Todo se ha hecho con un concepto que puede ser moderno pero que resultó de un cambio en la estrategia del traslado del Museo: al principio se iba a hacer la fase I para guardar allí las cosas y luego hacer la restauración del Alcázar, ero se invirtió, y nos pidieron que las naves fueran vacías. Nada más bonito que dejar una nave vacía que proyectó Covarrubias, pro han sido modificadas por la museografía.
—¿Eso es una queja?
—Es una denuncia, no se debe separar la museografía de la arquitectura. No es bueno que la caja vacía no sepa lo que va a contener, por muy modernos y muy versátiles que queramos ser. Lo mismo que superponemos lo antiguo y lo nuevo, queremos adecuar el continente y el contenido Y éste, en cuanto a luz, dimensiones de conforty espacios, es muy distinto para una medalla que para una bandera. Es un proceso perverso que altera la lógica creativa.
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