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Nuestro hijo de puta

Alos musulmanes ricos les llamamos árabes y a los musulmanes pobres les llamamos moros. A las dictaduras pobres les decretamos bloqueos y les recetamos democracia y a las dictaduras ricas les vendemos tecnología y les compramos petróleo. A los terroristas pobres los encerramos en guantánamos ... y a los terroristas ricos les mandamos embajadas y les ofrecemos alianzas de civilizaciones. En Occidente somos así: de un etnocentrismo mercantil y egoísta que reserva los discursos morales y los derechos humanos sólo para aquellos que no tienen con qué pagar el visto bueno a sus transgresiones.

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