La derecha europea en el poder reprende a Zapatero por no ser capaz de frenar el paro

Rajoy se reunió con Barroso, la comisaria de nuevas tecnologías, Vivianne Reding, y el secretario general del PPE Antonio López Isturiz en un hotel del lujo capitalista recién llegado a Varsovia que está situado frente al mazacote soviético del Palacio de Ciencia -regalo de Stalin-, donde se celebra el congreso extraordinario y preelectoral del Partido Popular Europeo. Como corresponde a la etapa de precampaña que se abre, el líder de los populares españoles descalificó a Zapatero en directo y en persona desde la torre de cristal y acero y después, por medio de la delegación española, en la mole de piedra y mármoles que alberga la convención. Además, impulsó un texto de tres puntos con una severa reprimenda al gabinete socialista español por ser incapaz de frenar la sangría del desempleo.

Triste marca

España tiene la triste marca de convertirse durante el último año en la nación que más parados aporta al conjunto de la Unión y la resolución de denuncia fue aprobada por unanimidad con el voto de las 17 delegaciones presentes, desde la maltesa a las de alemanes, italianos y franceses, cuyos partidos ocupan el poder en sus respectivos Estados. En total, concurren en el congreso 15 jefes de Estado y de gobierno de la Unión.

En el texto, la derecha europea manifiesta su alarma por el dato de que el paro haya llegado al 17,5 por ciento en España y «deplora» el fracaso del Gobierno socialista para hacer frente a un problema que afecta a más de 4 millones de ciudadanos y a cientos de empresas que se ven obligadas a cerrar por la recesión. El PPE considera «inaceptable» la «pasividad» de Zapatero y apoya las iniciativas de Rajoy en la materia.

El presidente del PP se había despachado antes contra Zapatero ante Barroso, presidente de la Comisión, que el día anterior se había entrevistado a su vez en Bruselas con el jefe del Ejecutivo español. Según Rajoy, la reacción del dirigente socialista ante la recesión se basa en «el expansionismo del Estado, un aumento descontrolado del gasto público, endeudamiento, ausencia de reformas y desconfianza hacia la sociedad civil».

El jefe de la oposición describió las datos de la crisis en España, los peores de la Europa desarrollada: déficit del 8 por ciento, 17 por ciento de desempleo, más de cuatro millones de parados, y un PIB que se ha contraído en 1,8 en el primer trimestre, «a peor cifra de los últimos 50 años». Rajoy defendió como propuestas para toda la Unión la austeridad general, sobre todo en las administraciones, el apoyo a «los emprendedores» y abordar reformas estructurales sin olvidar algunas referencias fundamentales en Europa como «la cohesión social» o el respaldo a la agricultura, la ganadería y la pesca. También propuso seguir con el proceso de integración europea de la estrategia de Lisboa, respetar el pacto de estabilidad, afirmar la independencia del Banco Central Europeo y ser conscientes de que «las pequeñas y medianas empresas, serán los que saquen a Europa de la crisis».