Obama obvia al presidente español en su primera ronda de diplomacia telefónica
PEDRO RODRÍGUEZ CORRESPONSAL
WASHINGTON. Dentro de sus obligados gestos como presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama ha empezado a practicar la diplomacia telefónica para agradecer a los líderes de una serie de países destacados las felicitaciones enviadas hasta Chicago por su triunfo electoral. Pese ... a que España ha tenido un pintoresco protagonismo en esta campaña presidencial, Rodríguez Zapatero ha quedado llamativamente excluido de esa primera ronda de contactos pese a todos los ofrecimientos del gobernante socialista para convertirse en «amigo y aliado fiel» del próximo ocupante de la Casa Blanca.
Según ha confirmado Stephanie Cutter, portavoz de la oficina de transición de Obama, el candidato demócrata ha dedicado una parte de sus intensas jornadas como presidente electo a hablar con la canciller de Alemania, Ángela Merkel; el primer ministro de Australia, Kevin Rudd; el primer ministro de Canadá, Stephen Harper; el presidente de Corea del Sur, Lee Myung-bak; el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy; el primer ministro de Gran Bretaña, Gordon Brown; el primer ministro de Israel, Ehud Olmert; el nuevo primer ministro de Japón, Taro Aso; y el presidente de México, Felipe Calderón.
La lista incluye gobiernos de diferente sesgo ideológico y líderes tanto veteranos como recién llegados a sus puestos ejecutivos. De todas estas conversaciones ha trascendido que, además de evidentes cuestiones bilaterales, el tema común ha sido la crisis financiera. Cuestión que se abordará en la cumbre convocada para el 15 de noviembre en Washington. En este foro, organizado en torno al G-20 donde no participa España, tampoco se espera la participación del futuro presidente de EE.UU.
El gobierno de Francia ha indicado que la conversación de Sarkozy con Obama se ha prolongado durante treinta minutos (con traducción) en términos descritos como «extremadamente cálidos». Además de confirmar que los líderes han abordado especialmente la crisis con el acuerdo de reunirse en un futuro cercano. Aunque la tradición diplomática de los nuevos ocupantes de la Casa Blanca suele reservar la distinción de las primeras visitas oficiales para los países vecinos de México y Canadá.
En este sentido, fuentes diplomáticas españolas en Washington ya han lanzado el mensaje de «tranquilidad» y «nada de precipitaciones» ante la posibilidad de que Zapatero sea recibido rápidamente en la Casa Blanca. Indicaciones que contrastan con el alborozo escenificado por Moncloa esta semana al confirmarse la victoria de Obama y los elogios inmoderados al nuevo presidente estadounidense.
Zapatero, considerado como una especie persona «non grata» por la Administración Bush, se ha llegado a declarar asombrado por la «sensibilidad» del candidato del Partido Demócrata, con el que ha dicho coincidir con mucho entusiasmo y sintonía en la voluntad de «poner fin a los conflictos en curso» y dar prioridad a la lucha contra la pobreza y el cambio climático. Al ser ignorado en esta primera ronda telefónica, Zapatero se encuentra relegado a la compañía del amenazador presidente ruso Dimitri Medvédev, o de primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que con su talante bufonesco se ha permitido este jueves hacer bromas en Moscú sobre el color de piel de Obama.
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