«Los alerones para ganar altura no desplegaron»
Los pilotos del avión de Spanair que se estrelló en Madrid no extendieron los «flaps» o alerones antes del intento de despegue que acabó en catástrofe, según informa en su edición de hoy «The Wall Street Journal» citando fuentes cercanas a la investigación. Asimismo, todo ... parece indicar que hubo también un problema eléctrico que impidió a los pilotos recibir el aviso de alerta indicándoles que los «flaps» no estaban extendidos.
Los datos preliminares obtenidos de las dos cajas negras recuperadas de entre los restos del McDonnell Douglas MD-82 indican que ambos motores funcionaban correctamente y que no había ningún incendio antes del impacto.
Sin embargo, estos datos de las cajas negras indican que los «flaps» (que aumentan la superficie de las alas en los aterrizajes y en los despegues dándole al avión mayor sustentación a baja velocidad) no habían sido desplegados.
Pero lo normal es que este descuido hubiera hecho sonar una fuerte alarma en la cabina, que habría alertado a los pilotos de que el avión no estaba adecuadamente configurado para el despegue.
Siempre según la información de «The Wall Street Journal», en los últimos días los investigadores se han centrado en la teoría de que algún tipo de fallo eléctrico o de problemas en los circuitos impidieron que la alarma sonara.
También están tratando de esclarecer por qué en el «check-list» (listado de comprobaciones obligatorias antes del despegue) no se detectó que los «flaps» no estaban extendidos. Una de las posibilidades que se plantean es que los pilotos estuvieran apresurados o en una situación de tensión.
Una de las razones que se barajan como causa del fallo en la alarma es que algunos de los circuitos lógicos del avión enviaran señales erróneas indicando que el avión ya estaba en el aire. La alarma está diseñada para emitir una potente señal acústica, pero sólo funciona cuando el avión está todavía en tierra. El diario neoyorquino indica también que los investigadores están analizando las consecuencias del fallo detectado antes del accidente en el sensor exterior de temperatura y que obligó al avión a abortar el despegue y a volver para ser revisado.
Al parecer, el fallo en sí mismo no jugó papel alguno en el accidente, pero este problema podría haber alertado sobre la posibilidad de algún problema en otros circuitos eléctricos.
Un piloto retirado familiarizado con el MD-82 indicó a «The Wall Street Journal» que según la descripción de los testigos y la filmación del despegue, el comportamiento del avión en el aire es el propio de un intento de despegue sin «flaps».
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