«WRC 5»: a falta de una vuelta

Disponible para PlayStation 4 y PlayStation 3, Xbox One y Xbox 360 así como PC, « WRC 5 » es el nuevo intento por reforzar la franquicia tras varios intentos en donde los acababa de arrancar del todo. Pareciera que todo se llevaba a un mejor puerto, pero el resultado es un título algo pobre en contenidos y un sistema de conducción con escasas potencialidades ensombrece lo que podría ser un rally perfecto.

El juego permite competir en tres modalidades distintas en función de la categoría. Se encuentran los pilotos y equipos del campeonato, así como una sección de los trazados del campeonato mundial de rallys (13 pruebas oficiales). Orientado a pasarse por estilo próximo a la realidad, se puede disputar contrarreloj y super especiales, por lo que no nos encontraremos con ningún coche en las carreras.

El sistema de ayudas, muy razonable, permite saborear las carreras tanto para el neonato en estas lides como el piloto más veterano. En consecuencia, esta solidez es, posiblemente, lo mejor de «WRC 5», muy orientado al público amante de este deporte de motor. En resumidas cuentas, ofrece una conducción agradable.

En el modo «Carrera», el jugador puede crearse su propio piloto, aunque a efectos prácticos no le veremos nunca, por lo que puede resultar una opción prescindible. El objetivo es ir ganando experiencia y subiendo de nivel hasta alcanzar la máxima categoría. Se puede acceder a una escuela (una especie de tutorial) que intenta ayudar a mejorar el rendimiento, con diversas pruebas que hay que completar con solvencia. En el modo en solitario se puede disputar una carrera rápida o un rally completo. Accediendo al modo multijugador se puede competir en local o con otros contrincantes.

Durante la carrera, el jugador puede observar los ajustes y problemas técnicos derivados de los golpes, lo que poco a poco va mermando las prestaciones del coche. Con ello se intenta dotar de una mayor realismo y simulación a este juego. De ahí que se pueda cambiar la configuración del motor para adaptarlas al tipo de trazado o circunstancias establecidas, o simplemente por comodidad.

Los comentarios del copiloto dejan mucho de qué desear y son muy repetitivos. «Vaya», «eso fue muy arriesgado» son constantes cuando nos salimos de la línea. En cuanto a su aspecto visual, da buenas sensaciones aunque no ofrece una calidad considerable puesto que en ocasiones los vehículos parecen flotar por el asfalto o terreno.