Las bazas con las que rivalizará la nueva Xbox One

La nueva generación de consolas dará un paso adelante. PlayStation 4 y Xbox One ofrecerán un salto cualitativo en cuanto a imagen y gráficos. Ambas serán más potentes que las actuales. Quizá han llegado al límite de lo que podían ofrecer, máxime al impulso de los cada vez más cuidados, trabajados y realistas videojuegos existentes en el mercado. Los desarrolladores podrán mejorar sus creaciones, dotarlas de historias más largas, con mayor profundidad para los personajes. Superventas como la popular saga «Grand Theft Auto», cuya última entrega ha roto récords en su primera semana , o «NBA 2k14» sean tremendamente mejores que las versiones actuales.

Aunque la mayoría de características y aspectos ya se conocen, es difícil presagiar si la nueva consola superará los 72 millones de unidades vendidas por la Xbox 360. Gran expectación la generada por lo que nos analistas querrán enfrentar, a la hora de la verdad, su impacto en el mercado. Como todo en la vida, para algunos ganará una. Ganadores o perdedores, lo cierto es que aunque la base de ambas consolas es la misma, jugar, son bien distintas en su esencia. El mensaje de la compañía es bien claro: «Está preparada para el futuro, es instantánea y completa, es la mejor consola que hemos rediseñado. Estará todo el entrenamiento en un único espacio».

Si nos referimos a las posibilidades de ampliar servicios, Xbox One tendrá varios punto a su favor. En un mercado cada vez más competitivo y donde los dispositivos móviles se han multiplicado, el hábito de jugar ha cambiado sustancialmente. Disponer de una consola destinada a jugar tiene visos de morir en pocos años. Por esta razón, la apuesta de Microsoft es introducir numerosos servicios alternativos (arrancarán con 300.000 dedicados a los servicios en la nube) pese a que, sobre el papel, es inferior en cuanto a hardware y prestaciones que la PS4.

Los elementos multimedia aportarán un valor añadido. Se podrá cambiar de canal fácilmente, descargarse contenidos rápidamente, aunque la compañía no ha confirmado los acuerdos con los proveedores. La compañía lanzará varios packs de juegos+consola para hacer más atractiva la compra («Fifa 14», «Call of Duty: Ghosts»).

Microsoft no tuvo un inicio positivo en su estrategia de promoción de su consola. La funcionalidad de conexión permanente hizo que recibiera numerosas críticas . Aunque va camino de ello, la sociedad todavía no está preparada para tener que conectar sus aparatos obligatoriamente a la Red para ampliar sus servicios o hacerlos funcionar. La compañía aprendió la lección.

El sensor Kinect vendrá con funciones mejoradas. El sistema de control captará hasta seis usuarios distintos y servirá para muchas cosas, no solo para jugar. Registrará «hasta los gestos más imperceptibles», según la compañía, que asegura que este sistema será más preciso e intuitivo. El usuario podrá controlar las aplicaciones mediante la voz. Aunque al principio de conocerse los detalles se aseguró que Kinect tendría que estar obligatoriamente conectado para que funcionara la consola, Microsoft volvió a retractarse .

Otro de los aspectos a tener en cuenta en esas funcionalidades será la posibilidad de compartir en tiempo real los logros en las diferentes plataformas sociales. El servicio de mensajería y llamadas Skype estará integrado de tal manera que el usuario podrá charlar con sus contactos mientras juega o ve la televisión. Un programa permitirá capturar imágenes y vídeos así como editarlas con el objeto de compartirlo o publicarlo directamente en sus perfiles oficiales de la comunidad de jugadores.

Uno de los aspectos a tener en cuenta y que podrá marcar los primeros meses las ventas será la retrocompatibilidad de los juegos. La nueva consola no será compatible con su predecesora. ¿Echará a más de un usuario para atrás en su decisión de compra?