Los mayores fiascos tecnológicos de 2020
Del gran «hackeo» sufrido por Garmin a la plataforma de juegos en la «nube» de Google, son muchas las propuestas que este año han tenido que pasar a mejor vida o han tenido una adopción inferior a la esperada
La pandemia de coronavirus Covid-19 ha agitado a la economía global. La crisis sanitaria y las medidas de confinamiento han disparado el consumo de internet y ha mostrado la importancia de la digitalización en las empresas, pero también se ha llevado por delante numerosos ... proyectos y empresas de todos los sectores. Una temporada más hay que mirar con atención el sector tecnológico donde también ha dejado algunos tropiezos y fiascos que dejarán huella en un año atípico.
Segway, la moda de los vehículos urbanos
Tras dos décadas, la marca que puso de moda los vehículos urbanos pasa página. Segway anunció en junio que dejaría de producir nuevos modelos. Sus particulares propuestas estuvieron muy extendidos entre los turistas y policías de grandes ciudades, pero debido a la caída de sus ventas se centrará en los «scooters», que tienen más proyección a raíz de la tendencia de motos de alquiler que se ha observado en las capitales.
Este vehículo funcionaba como por arte de magia, aunque es pura ingeniería y física. Con solo dos ruedas, los usuarios pueden balancearse para activar el sistema de propulsión. Un aparato que, pese a sus intentos, no ha logrado extenderse de manera masiva entre la población. Junto con su elevado precio, su gran obstáculo fue el temor a accidentes.
Stadia, el proyecto de Google contra las consolas
El servicio para videojuegos en la «nube» de Google no ha terminado de convencer a los usuarios. Según los últimos datos aportados por la empresa, tampoco es que hayan sido muchos, el pasado mes de abril la plataforma consiguió alcanzar el millón de descargas, que no de usuarios. Sin embargo, en el futuro piensan redoblar la apuesta. Según afirmó recientemente el director de videojuegos de Stadia, Jack Buser , en una entrevista con «MobileSyrup», en la que explica que el servicio tiene 400 videojuegos en desarrollo en estos momentos.
El concepto está bien. Es interesante. Pero sea como fuere, la «consola» de Google tiene mucho trabajo por delante para reengancharse a un sector en el Microsoft y Sony van en cabeza, y con una diferencia importante en lo que se refiere al número de usuarios de sus servicios de videojuegos en «streaming». Con la reciente entrada de Amazon en la competición, y la presumible de Nintendo en el futuro, el mundo del videojuego promete seguir apretado. Queda por ver si Google, finalmente, encontrará su lugar.
Oculus Go, unas gafas económicas sin recorrido
Con su bajo coste y sin cables, estaba llamado a revolucionar el mercado de la realidad virtual. Pero Oculus Go , el visor para disfrutar de esta tecnología emergente, no arrancó con buen pie. Facebook, su empresa propietaria, dará soporte hasta el 2022 y quiere centrar en Quest, que ofrece una mayor calidad de visión gracias a prestaciones más avanzadas. De hecho, las Quest tiene un formato «todo en uno» que ha tenido una mayor acogida entre el público.
Las Oculus Go eran un producto más limitado que no ha tenido la respuesta comercial esperada. El «gadget» Oculus Go nació hace dos años como una opción económica para aplicaciones que no son de juegos. Causó cierta confusión entre el público generalista al no saber ubicar el producto en el catálogo. ¿Pensado para empresas? ¿Para entornos domésticos? La cadena de supermercados Walmart adquirió incluso miles de auriculares para sus empleados que han acabado en un cajón. También había una gran esperanza sobre el cine de realidad virtual, que ha resultado un estrepitoso fracaso al tiempo que algunas experiencias de ocio electrónico han tenido un éxito mayor, aunque todavía limitado.
Las «Skills», las aplicaciones de Alexa
Iban a revolucionar el mercado de los altavoces inteligentes. Iban a cambiar la manera de interactuar con estos aparatos electrónicos que cuentan con asistentes digitales controlados por voz. Pero, a pesar de ser una propuesta ingeniosa en comparación con otros rivales, ha resultado tener muy poco recorrido . Se trata de las microaplicaciones que permiten activar algunas tareas como escuchar cuentos infantiles o reproducir tu emisora favorita.
El problema es que eran algo confusas para los consumidores. ¿Es necesario desY eso que tenían un enorme potencial por su posibilidad para ser monetizables. De hecho, hay muchos servicios que son de pago y se abría la puerta convertirse en una nueva fuente de ingresos para la multinacional estadounidense y los desarrolladores. Se gestionan a través de la aplicación matriz Alexa y es necesario hacer una búsqueda para localizar las que resultan más útiles.
Quibi, el fracaso experimento «millennial»
Era el nuevo rival que pretendía desbancar al gigante Netflix. Pero ha acabado en nada a los pocos meses de sacarlo al mercado. Y eso que llegó a acumular unos 3,5 millones de suscriptores. Al final el experimento «millennial» ha resultado un fracaso . Tampoco ha ayudado el contexto de la pandemia.
Con una inversión inicial de 1.500 millones de dólares, la empresa Quibi, acrónimo de «quick bites», bocados rápidos en español, era dueña de una plataforma de contenidos cortos para las pequeñas pantallas de teléfono móvil. Fue algo confusa. Se lanzó el 6 de abril y estaba llamada a revolucionar el mercado ofreciendo a los jóvenes contenidos de calidad, firmados incluso por Steven Spielberg, Guillermo del Toro y Eva Longoria. No tuvo éxito. Sus ejecutivos reconocieron el error de intentar «crear la siguiente generación de contadores de historias».
No hubo «tuits» editados pero sí sonoros
Una de las principales demandas de los usuarios de Twitter es la posibilidad de editar los mensajes una vez publicados. En cambio, la empresa de medios sociales decidió optar por otras novedades: los « tuits » de audio y los « fleets », sus propias «Historias» como Instagram o Snapchat. Esos «tuits» de audio han tenido una escasa repercusión. La imposibilidad de subir contenidos directamente han reducido la euforia inicial de su comunidad de usuarios.
La función es similar a las notas de voz de WhatsApp: se mantiene pulsado y se puede grabar una pista de audio que se puede reproducir directamente desde la plataforma. un hecho, sin embargo, que ha sido una barrera para aquellos usuarios que consultan sus perfiles y no pueden escuchar sonido. El resultado es que apenas se encuentran «tuits» de este tipo.
Aplicaciones contra el Covid
Las aplicaciones europeas para rastrear la Covid 19 han tenido una implantación irregular y, en algunos casos, caótica. En el caso de España, la herramienta Radar Covid , desarrollada por la empresa Indra, se ha ido implantando en el país a trompicones. Mientras en algunas comunidades comenzó a ser funcional a mediados de agosto, otras, como Madrid o Cataluña, no la recibieron hasta octubre . El problema: la necesidad adaptar la herramienta al desestructurado sistema sanitario español de cada una de las diecisiete autonomías.
Asimismo, la comunidad científica ha llamado la atención en repetidas ocasiones al Gobierno español por no poner a la vista de usuarios y desarrolladores el código fuente de la aplicación desde su lanzamiento. Algo que hubiese permitido comprobar la existencia de posibles vulnerabilidades en la plataforma. Cuando se compartió la información en septiembre se hizo de forma incompleta, ya que no figuraba el historial del desarrollo.
Respecto a su implantación, la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial afirma que, por el momento, Radar Covid ha sido descargada por cinco millones de usuarios . En otros países, como Alemania, las herramientas de rastreo han corrido mejor suerte y, además, han estado disponibles en menos tiempo. En el caso germano, la «app» Corona Warn-App ha alcanzado los 20 millones de descargas.
La ciberseguridad en el teletrabajo
La tecnología se ha convertido en el gran aliado de la empresa y el usuario durante los meses de confinamiento. Gracias a las redes de conexión en remoto, muchas empresas y trabajadores han podido seguir cumpliendo con sus obligaciones. Sin embargo, su rápida implantación ha provocado que muchas compañías y usuarios hayan puesto en riesgo la integridad de sus equipos e información.
Un informe elaborado por Proofpoint el pasado mes de mayo, y en el que participaron más de 3.500 usuarios de varios países, entre ellos España, puso de manifiesto que las empresas y los trabajadores no son conscientes de los peligros que implica el aumento de la superficie de exposición en la red de una compañía. Así lo demostró, por ejemplo, el que más de la mitad de los encuestados reconociesen que permiten que familiares y amigos utilicen sus herramientas de trabajo para asuntos personales. O que según otro estudio, en este caso elaborado por Kaspersky, el 43 por ciento de los teletrabajadores vean contenido para adultos desde ordenadores y «smartphones» destinados a fines laborales.
Facebook y la desinformación médica
Facebook lo ha pasado mal conteniendo los virus de la pandemia . Según un estudio realizado por la asociación estadounidense Avaaz, y publicado el pasado mes de agosto, los algoritmos de la plataforma han llegado, inclusive, a promocionar la desinformación sobre la Covid-19. El estudio, en el que la fundación destaca la enorme cantidad de información médica falsa que corre por la red social, señala que 82 sitios web que comparten información médica falsa, y peligrosa, han estado empleando Facebook para conseguir tráfico en sus propios dominios.
Durante el último año, estas páginas, entre las que figuran sitios (supuestamente) de noticias habrían generado en total 3.800 millones de visitas procedentes de cinco países distintos (Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania e Italia) gracias a su actividad en la plataforma. Solamente en el mes de abril, con el coronavirus en plena ebullición, Facebook permitió 460 millones de visitas a noticias de salud falsas.Asimismo, el estudio sostuvo que solo el 16% de publicaciones con información médica falsa en Facebook fueron debidamente etiquetadas por la red social, mientras que el 84% restante fue capaz de pasar los filtros.
El enorme poder de las tecnológicas
Si este año se ha observado una situación es el elevado poder acumulado por las empresas tecnológicas. Junto con las empresas farmacéuticas, las Big Tech son las grandes beneficiadas de la pandemia de coronavirus. Han reforzado su poder y han mostrado que la transformación digital debe ser el pilar para la recuperación y modernización de la economía global. Y estas marcas parten con ventaja porque se han dedicado a ello en los últimos años y, cada vez más, han ido penetrando en distintos ámbitos.
Porque precisamente el hecho de haber entrado en muchos negocios tradicionales como la logística o las finanzas ha empezado a escocer a los reguladores. Las principales empresas han estado bajo el escrutinio de la Comisión Europea en los últimos años. EE.UU. había vivido dos décadas de estar al margen mientras «sus» empresas crecían y conquistaban el mundo.
Ahora están en el punto de mira. Ahora todo el poder está en menos manos, y eso es lo que quieren evitar. De ahí que los cabezas pensantes de Google, Apple, Facebook o Amazon tuvieran que ser interrogados en una primera fase de la que todavía se desconoce su final. Pero este ha sido, sin duda, el año en el que se les quiere quitar la careta. ¿Lo conseguirán el próximo?
Facebook Libra, ¿la moneda virtual del futuro?
El intento de Facebook de penetrar en el mercado financiero y las criptodivisas ha sido más bien un «coitus interruptus». Era un proyecto ambicioso. A diferencia de las monedas digitales tipo Bitcoin, la multinacional estadounidense quería reducir la volatilidad y apostar por una «stable coin», que estuviera respaldada a nivel económico.
Tenía sentido como moneda de cambio para adquirir servicios digitales entre sus plataformas y hacer compras o transferencias. Pero fueron apareciendo dudas que provocó la salida de empresa importantes. Al final no ha sido tan revolucionaria como se esperaba en el mundo bancario. Tanto es así que ha caminado por distintas fases turbulentas hasta la última: lanzar su primera moneda en enero y bajo otra denominación, Diem, según «Financial Times». Así que el proyecto no tiene nada que ver con lo que iba a ser en sus inicios hace dos años. Desde entonces, los reguladores han investigado sus intenciones y ha retrasado su lanzamiento varias veces. La idea es que vaya a depender enteramente del precio de la moneda estadounidense.
LG Wing, el móvil más extraño
La era de los teléfonos flexibles y plegables se ha acelerado este curso con algunas propuestas interesantes, que posiblemente se afiancen con nuevos modelos el próximo año. Se han mejorado algunos aspectos como el software y las bisagras, pero es un tipo de dispositivo que aún no ha cuajado en ventas. Uno de los más extraños lanzamientos del año ha sido el Wing de LG . Un teléfono con pantalla rotatoria.
cuya pantalla principal rota hasta quedar en posición horizontal, convirtiendo el móvil en una «T» y dejando visible una segunda pantalla, más pequeña y cuadrada, pero perfectamente funcional. Se llama Wing, y el ingenio sale de los laboratorios de LG. Una forma original y novedosa de ofrecer una doble pantalla y de aprovechar la configuración para implementar toda una serie de funciones exclusivas, posibles solo gracias al curioso formato «en cruz» del móvil. Cerrado, el terminal, que es 5G, parece un móvil normal.
Sus dimensiones (169,5 x 74.5 x 10,9 mm) no permiten sospechar nada extraño, aunque su peso (260 gramos) ya nos avisa de que algo «extra» tiene que llevar. La pantalla, de 6.8 pulgadas y resolución Full HD+ (2.460 x 1.080 píxeles) encaja con las de otros terminales de lo que podríamos llamar una gama media. La pantalla secundaria es prácticamente cuadrada, G-OLED y tiene 3.9 pulgadas, con una resolución de 1.240 x 1.080 píxeles.
Pero una vez abierto, sin embargo, todo cambia: las dos pantallas nos permiten, por ejemplo, ver una película y contestar un correo al mismo tiempo, evitar notificaciones en la misma pantalla de reproducción que nos distraigan del contenido, o desempeñar dos tareas cualesquiera de forma simultánea. El resultado ha sido que apenas se ha visto por la calle.
El gran «hackeo» a Garmin
Un ciberataque a los servicios de Garmin inutilizó sus dispositivos inteligentes y su servicio técnico en junio demostrando la importancia de la seguridad informática y la dependencia de internet. sufrido un ciberataque por «ransomware» que encripta los archivos en los equipos informáticos a cambio de un rescate. El ataque se produjo el pasado 23 de julio, aunque la empresa estadounidense ha asegurado que no se han robado datos de usuarios ni accesos no autorizados.
El problema se detectó cuando los dispositivos de la marca, diseñados para monitorizar actividades físicas, sufrían problemas de conexión. Se fue agravando porque la empresa trabaja con la industria aeronáutica en la implementación de servicios de geolocalización. Durante varios días no hubo información oficial hasta que reconocieron la situación. Muchos de sus servicios fueron interrumpidos, incluyendo las funciones del servicio web, atención al cliente o aplicaciones.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete