Indigentes que sobreviven gracias a la moneda virtual Bitcoin
Un grupo de «Sin techo» de Pensacola utiliza la conexión WiFi gratis de un parque para obtener este dinero
Indigentes que sobreviven gracias a la moneda virtual Bitcoin
La revista Wired ha relatado una historia curiosa de varios hombres indigentes, desempleados que sobreviven entre otras cosas gracias Bitcoin , una de las monedas virtuales más famosas.
Paul Harrison, Chris Kantola, y Jesse Angle viven en las calles de Pensacola, Florida (EE.UU). Todas las mañanas se dirigen a las inmediaciones del parque Martin Luther King Plaza para obtener algo de dinero.
No tienen que mendigar a los transeúntes, han logrado conservar sus ordenadores portátiles y móviles y gracias a ellos y al WiFi gratis del parque puede obtener bitcoins.
Wired relata que Jesee Angle obtiene estas monedas por ver vídeos de Youtube . Sí, por cada vídeo que ve gana 0.0004 bitcoins , o lo que quiere decir, unos 5 céntimos de dolar. Lo hace gracias a un servicio que redirecciona el tráfico llamado BitcoinGet y para registrarse sólo hace falta una cuenta Bitcoin.
Una vez que reproduce varios vídeo (una media de 12) obtiene cerca de 60 centavos. Luego va a otra aplicación que le hace ganar más bitcoins sólo con tocar varias veces el icono de la moneda virtual ( Bitcoin Tapper ).
Angle logra cambiar los bitcoin por tarjetas de regalo de Papa John (Pizzería) y luego va a una de sus franquicias y consigue comida para él y sus amigos. Angle de 42 años se enteró de los bitcoin gracias a unas charlas de una organización benéfica de la zona llamada Sean’s Outpost . Esta organización ha recaudado 32,000 dólares en bitcoins, y generalmente solicita sus donaciones en esta moneda. Estos fondos les han permitido ofrecer comida a unos 16.000 «sin techo».
Angle y sus amigos señalan que aunque su tarea no es la mejor del mundo, prefiere esto a tener que mendigar en la calle. Ha llegado a ganar entre cuatro y cinco bitcoins que al valor actual sería unos 600 dólares. Cuando necesita cargar sus dispositivo va a la Biblioteca Pública y listo.
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