La Policía y el Gobierno alertan sobre una nueva estafa en internet muy difícil de detectar

«Los ciberdelincuentes también lo hacen. Se aprovechan de tu confianza para venderte productos que han sido adquiridos de forma ilegal», señalan en un vídeo desde la Policía. Y hasta aquí, bien. El usuario incluso podría pensar que el origen del producto no es cosa suya; que él simplemente está adquiriéndolo de forma perfectamente lícita. Pero, en realidad, lo que puede acabar ocurriendo es que acabe metido en un problema importante.

Los delincuentes detrás de este fraude ofrecen el producto en sitios de compraventa a precios más asequibles de los que tienen en establecimientos. Cuando contactan con un potencial comprador, le solicitan que realice el pago y que, además, facilite sus datos personales para el envío. «Finalmente, el producto te llega. Pero lo que no sabes es que proviene del comercio original y que la compra se ha realizado con una tarjeta fraudulenta por el importe real», se explica en el vídeo.

El problema, efectivamente, es que los cibercriminales habrán utilizado los datos de un tercer estafado para comprar el producto. Sin embargo, el comprador no se va de rositas. Pero ni del lejos. Ya ha compartido sus datos personales y bancarios con los estafadores, y estos pueden emplearlos en todo tipo de fraudes o venderlos al mejor postor en la dark web.

Detectar a los estafadores detrás de este tipo de estafas puede ser especialmente complicado. Para empezar, porque el hecho de que el comprador reciba el producto solicitado en el domicilio hace que este, en un primer momento, no sospeche y deje una buena valoración al delincuente. Por tanto, es fácil que este pueda continuar estafando a otros internautas, porque se fiarán.

Para evitar caer en la trampa, la Policía recomienda desconfiar de ofertas que puedan resultar demasiado atractivas y fijarse bien en fotos y valoraciones. Más allá de esto, el usuario debe saber que la mayoría de portales de compraventa online cuentan con sus propios servicios de compra segura, en los que el usuario no tiene por qué compartir con el comprador ni un único dato.

Al final, el usuario debe tener en cuenta que, cuando comparte sus datos abiertamente con un tercero, está corriendo un riesgo importante. Especialmente cuando la información es bancaria. Como dicen la mayoría de expertos en ciberseguridad, en internet el mejor dato es siempre el que no se da.