La moda femenina del último siglo recreada en 30 segundos por una IA

Los generadores de imagen a partir de texto llevan gestándose desde hace más de una década, pero no adquirieron cierta popularidad hasta abril de 2022, con la salida de Dall.e 2, también de OpenAI; un ingenioso algoritmo entrenado para producir en forma de imagen cualquier 'orden' o 'promt' que se le diera. Una tecnología que sacudió los cimientos de la comunidad creativa y, como cualquier avance técnico a lo largo de la historia, levantó un polémico debate.

Sea como sea, al éxito de la herramienta de Altman, le siguieron de cerca otros generadores similares de otras empresas; algunos, con rendimientos iguales o superiores, como pueden serlo Dreamstudio, StableDiffusion o, la más utilizada por la comunidad de internet y empleada para generar el vídeo de esta pieza, Midjourney.

Desde que se abrió el uso al público de las inteligencias artificiales generadoras de imágen no son pocos los que esperan que pronto sea posible lo mismo pero en formato de vídeo. En la actualidad, la conversión texto-vídeo es una tecnología que existe, pero se encuentra en estado primitivo. La mayoría de documentos audiovisuales que inundan las redes generados por IA han sido creados utilizando múltiples herramientas y combinándolas entre sí.

Es el caso del vídeo desarrollado por el artista digital Russell Klimas, que, utilizando esta tecnología, generó hace dos semanas un vídeo titulado «La moda femenina desde 1910 hasta 2010», que ha alcanzado una gran popularidad en redes sociales y acumula en Instagram más de dos millones y medio de 'me gusta'.

En un lapso de 30 segundos, el artista nos conduce desde el ya lejano 1910, cuando se estilaban las faldas largas eduardianas y vestidos 'flapper'; hasta 2010, donde las recatadas formas de vestir desaparecen. El volumen de vestimenta generado por la IA es asombroso y da cuenta de la superioridad de las máquinas (entrenadas con miles de millones de datos), frente a la imperfecta y despaciosa habilidad humana; cabe tener en cuenta que la IA ha generado cada imagen en segundos.

Existe, además, un marcado contraste en la forma en cómo se comportan las mujeres ficticias, desde las erguidas posturas del principio del documento, hasta las del final, donde todas se ven mucho más liberadas; ejemplo de cómo como la sociedad ha vivido (en múltiples niveles) un gran cambio en la expresión de género.