Desde insulina gratis a la despedida de LeBron James: cómo los impostores se rieron de la verificación de Twitter

Los tuits falsos provocaron el desplome de las acciones de la farmacéutica Lilly o de la multinacional armamentística Lockheed Martin

El precio de verificar una cuenta, 8 euros, no frenó a los suplantadores

La cuenta de Elon Musk, con su 'tick' azul de verificación Reuters

Los bandazos de Elon Musk tras incorporar a su imperio el pájaro azul de Twitter tienen consecuencias. Para él, para la red social y para muchas empresas y personajes públicos que disponen de una cuenta en ella. La farmacéutica Eli Lilly cayó el viernes ... en Bolsa un 4% y perdió unos 14.000 millones de dólares en un día después de anunciar en un tuit que la insulina era gratis. Mientras, otro mensaje de la compañía armamentística Lockheed Martin advertía de que paralizaba la venta de armas a Arabia Saudí, Israel y EE.UU. «hasta que se lleve a cabo una mayor investigación sobre su historial de abusos contra los derechos humanos». Sus acciones se desplomaron un 5,37%.

La cuestión es que ninguno de ellos había escrito nada de eso.

Los casos de Lilly y Lockheed Martin fueron muy llamativos por sus batacazos en Bolsa, pero hubo muchas más suplantaciones. Twitter se llenó de personajes famosos diciendo memeces (más de las habituales). Un falso LeBron James ponía de los nervios a sus fans durante unas horas tras pedir irse de Los Angeles Lakers. Y alguien que se hacía pasar por el expresidente George W. Bush decía «echar de menos matar iraquíes». Incluso Jesucristo tuvo su propia cuenta verificada.

En un bucle irónico sin fin, las propias empresas de Elon Musk se han visto también suplantadas. Una falsa SpaceX anunciaba que iba a detener todas las misiones de la compañía espacial para dedicar 240 millones de dólares «a los increíbles subsidios del gobierno a los grupos dedicados a la agricultura sostenible y al fin del hambre en el mundo. No podemos mirar a otros planetas para resolver nuestros problemas aquí». Por su parte, Tesla decía que sus ingenieros «simulan cientos de escenarios de impacto antes de matar a un niño». También llevaban la marca azul.

La peineta de Super Mario

En medio de la confusión provocada por los impostores, Pepsi reconocía que Coca Cola «es mejor», Nestlé no dudaba en afirmar que robaba el agua para luego volverla a vender y Nintendo mostraba a Super Mario haciendo una peineta, una imagen que probablemente resuma la respuesta de muchos usuarios a Twitter Blue.

Aunque el equipo de Twitter consiguió echar abajo la mayoría de los perfiles falsos, el daño ya estaba hecho. Contra las cuerdas, Musk decidió eliminar la verificación. Como respuesta, el multimillonario postéo ayer en su propia cuenta que «engañar a la gente no está bien». Y que en el futuro, «las cuentas dedicadas a la parodia deben incluir 'parodia' en su nombre, no solo en la biografía».

El servicio de pago fallido es el enésimo problema de Elon Musk desde que hiciera oficial la compra de Twitter.

Debido a los despidos masivos en todas las sedes de la compañía y a la revolución que pretende implantar en el uso de la plataforma, la gestión del magnate no deja de crear una polémica tras otra.

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