Skype: cómo adaptarse a los vaivenes del mercado

El servicio nació de manera oficial en 2003 por el danés Janus Friis y el sueco Niklas Zennström, así como otro equipo que se encargó de desarrollar la parte técnica. La historia apunta a que se creó en Estonia, que se habían conocido como compañeros de viaje. En abril de 2003 se hizo la primera llamada por Skype desde un ordenador personal en Estonia, pero no fue hasta el 29 de agosto de ese año cuando se puso en marcha la primera versión beta de este servicio de voz sobre IP, como se conoce esta tecnología que aprovecha las infraestructuras de internet para la circulación de las comunicaciones.

La plataforma empezó a darse a conocer entre el público, ingresando nuevos usuarios continuamente. Y lo hizo en tiempo récord. De hecho, la plataforma tardó únicamente diez años en alcanzar sus cien millones de usuarios. Una cifra que, por darle contexto, tardó más de cien años en superar la telefonía fija y 25 a través del móvil.

Esto propició que la industria se fijara en esta solución tecnológica que nació para realizar videollamadas pero que ha añadido numerosos servicios adicionales. La empresa de comercio electrónico Ebay la adquirió en 2005 por 1.960 millones de euros y, después de que pasara años después a manos de fondos privados, en mayo de 2011 le echó el anzuelo Microsoft, dejándose 6.408 millones de euros en la operación.

Con el tiempo, en ese sentido, Microsoft ha modificado su interfaz, implementado numerosas opciones y, de paso, integrarla en todo su ecosistema, así como la migración de sus servicios de chat como el extinto Messenger. Numerosas empresas como Apple, Google o WhatsApp -propiedad de Facebook- han querido, a su vez, posicionarse en este tipo de comunicaciones. Skype ha querido estar presente en la mayoría de dispositivos y sistemas operativos.

Esta herramienta también ha marcado otros hitos interesantes. De hecho, ha servicio para comunicaciones desde lugares remotos. Mark Wood, por ejemplo, logró llama desde el Polo Norte a un grupo de niños para mostrarle cómo se veía este lugar del que habían oído en cuentos de Navidad. Y el comandante John Safer hizo una videollamada al «El Show Oprah Winfrey» desde el submarino USS Louisville que estaba en las costas de Hawaii.