El cuarto milagro de Steve Jobs

Portada de The Economist con «el libro de Jobs»/ The Economist

29/01/2010
Actualizado 05/02/2010 a las 00:00h.

Steve Jobs va a por su cuarto milagro. El genial y visionario presidente de Apple había conseguido impactar al mundo ya en tres ocasiones, pero le faltaba su criatura más amada, el tablet que llevaba años preparando con tanto mimo y con el que quiere ... organizar su última revolución, la del iPad . En 1984 la compañía de la manzana lanzó el Macintosh. No era el primer ordenador gráfico que se manejaba con ratón, pero sí el primero en hacer uso de estos conceptos en forma de producto útil. En 2001, llegó el iPod y todos quisimos llevar uno en el bolsillo. Tampoco era el primer reproductor digital de música, pero era sencillo, elegante e hizo llegar la música digital a las grandes masas. Tuvimos que esperar a 2007 para otra gran maravilla: el iPhone. ¿Era el primer teléfono inteligente? No, pero daba acceso móvil a internet y descargas de software. Se convirtió en un fenómeno.

La gran capacidad de Jobs ha sido trabajar sobre ideas que ya existen, pero hacerlas mejores y mucho más deseables, hasta el punto de transformar la industria tecnológica y el consumo. Con permiso de los críticos, ya no queremos un ordenador, queremos un Mac. Ni queremos un reproductor de música, queremos un iPod Nano. Ahora, Jobs se prepara para dar su cuarto golpe, con un aparato en forma de tableta que reúne algunas de las capacidades de un teléfono móvil, un ordenador, un reproductor multimedia y una consola portátil de videojuegos. Las características del iPad han sido objeto de múltiples especulaciones en la Red hasta que fueron dadas a conocer el pasado miércoles en un acto en San Francisco (EE.UU.) que hizo contener el aliento a medio mundo. En la blogosfera llamaban al ingenio la «Tablilla de Jesús».

Tres industrias en cambio

Hoy, pese a que también tiene una larga lista de carencias , el aparato es es el punto de atención de todos los medios del mundo. El prestigioso seminario británico The Economist dedica su portada esta semana al dispositivo, que sostiene un «santo Jobs» vestido con manto y del que irradia un halo de luz. La revista advierte de que el tablet puede transformar no sólo una industria, sino tres: la del ordenador, las telecomunicaciones y los medios . Precisamente, son las editoriales y los medios los más entusiastas, ya que esperan que la gente lea las versiones digitales de libros, periódicos y revistas en su tablet mientras se desplazan.

Como dice The Economist, el iPad es, en esencia, un «iPhone gigante bajo el efecto de esteroides» . Su gran pantalla de 25,4 cm puede convertirlo en un atractivo lector de libros y reproductor de vídeos, pero además ha heredado un gran despliegue de juegos y software del iPhone. Apple espera que muchos usuarios sustituyan su portátil por un tablet. Si acierta, el aparato puede abrir un nuevo mercado de dispositivos más grandes que los teléfonos, más pequeños que los portátiles y el doble de grandes que los e-readers, los reproductores de música y vídeo y las consolas portátiles. El iPad puede comenzar una seria competición entre los fabricantes de aparatos.