China se compromete por primera vez a limitar sus emisiones de dióxido de carbono
El presidente chino, Hu Jintao, abrió ayer un nuevo camino en la lucha contra el cambio climático. En la sede de Naciones Unidas en Nueva York y ante más de un centenar de jefes de Estado y de Gobierno, el mandatario chino se comprometió a ... reducir las emisiones de dióxido de carbono por unidad de PIB «en un margen significativo» para 2020 respecto a niveles de 2005.
Esto es, las emisiones de carbono del gigante asiático seguirán creciendo, pero no al ritmo que lo hubieran hecho en caso de no tomar esta medida. La iniciativa china está en la línea de lo que quedó recogido entre líneas en el mandato que salió de la cumbre del año pasado en Polonia, que apuntaba a una desviación de las emisiones de un 15-30% sobre el escenario tendencial para 2020 de las economías emergentes.
Buena acogida
Si bien Hu Jintao no habló de objetivos concretos, lo cierto es que es la primera vez que el gigante asiático se compromete a reducir el ritmo de crecimiento de sus emisiones. La propuesta, en principio ha sido bien acogida por la Administración estadounidense. Su enviado especial para el cambio climático, Todd Stern, aseguró a Reuters en los pasillos de la sede de la ONU que «puede ser de ayuda, aunque depende de cuáles sean los números».
El anuncio del mandatario chino llegó sólo unos minutos después de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hiciera una llamada enérgica a la acción en la lucha contra el cambio climático. Aunque Obama reconoció primero que su propio país había sido «lento en la respuesta» al cambio climático e «incluso en reconocer la magnitud de la amenaza», luego se mostró convencido de que «podemos («we can») revertir» la situación, pero «sólo si todos los grandes emisores de gases de efecto invernadero actuamos juntos».
Era una de sus alusiones más que directas a China, pero lo cierto es que el discurso de Obama estaba perfectamente medido y habló de responsabilidades comunes pero también de que los países desarrollados deben aportar los recursos para ayudar a las naciones «más pobres y vulnerables para ponerlos en la senda del desarrollo sostenible». Y un mensaje para todos: «La respuesta de nuestra generación a este desafío será juzgada por la historia».
Otra reunión en noviembre
Una idea que fue seguida por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, quien aseguró que «el tiempo es nuestro jurado». En este sentido instó a las grandes economías a una nueva reunión en noviembre, a la que deben asistir con propuestas concretas. «¿Lo han entendido?», espetó en dos ocasiones al auditorio. Sarkozy aprovechó para llevar a la ONU su propuesta de la tasa de carbono: «Si no nos movemos todos juntos, habrá que imponer una tasa de carbono que cubra toda Europa», dijo.
Por su parte, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, propuso que la comunidad internacional asuma otro objetivo estratégico. Igual que creó hace años un 0,7% del PIB para ayuda al desarrollo, en opinión de Zapatero, ahora cada país debería establecer el reto de dedicar otro 0,7% de su PIB a cooperar con otros países para lograr el desarrollo de tecnologías libres de CO2.
La idea, expuesta a puerta cerrada en una mesa redonda en la que estaban varios países emergentes, fue muy bien acogida por países pobres africanos como Benín. La idea de Zapatero generará polémica porque el actual 0,7% de cooperación al desarrollo es cumplido por pocos países.
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