Los videojuegos pueden ser una fuente de ejercicio
Un nuevo estudio compara actividades físicas en niños y sugiere que los videojuegos podrían ser positivos en este sentido entre los 5 y 8 años.

Suele culparse a menudo al uso de los videojuegos de la falta de interés de los niños por hacer deporte, pero un estudio realizado por la Universidad de Tennessee, Knoxville, publicado recientemente en Games for Health Journal sugiere que los videojuegos activos pueden ser en realidad una fuente actividad física moderada o intensa en niños de cinco a ocho años de edad.
"Nuestro estudio muestra que los videojuegos que se involucran totalmente pueden ser una fuente de actividad física para el cuerpo del niño", dijo Hollie Raynor, profesor de nutrición y director del Laboratorio de Actividad y Nutrición Saludable de la UT. "Estudios previos que investigan los videojuegos activos no habían investigado el gasto de energía de estos juegos, en comparación con los juegos al aire libre. El objetivo del estudio fue comparar el gasto de energía con el de jugar al aire libre de forma no estructurada".
A los niños de entre cinco y ocho años de edad se les dieron tres acelerómetros, uno para la cadera y uno para cada muñeca. Los acelerómetros en las muñecas se colocaron para evaluar mejor el movimiento superior del cuerpo, que puede ser muy diferente en juegos al aire libre en comparación co un video juego activo, del tipo Wii o Xbox Kinect.
Los experimentos
Durante un período de tres semanas, cada niño participó en una sesión de videojuegos activos y una de recreo al aire libre. Cada sesión duraba 20 minutos, y los participantes podían participar en cualquier actividad o parar y descansar en cualquier punto. La sesión de juego al aire libre tuvo lugar en un patio con dos zonas verdes, una pequeña zona pavimentada, un árbol de escalada, aros de hule o un surtido de bolas.
Por su parte, la sesión de videojuego se llevó a cabo con un televisor de 40 pulgadas y la Xbox 360 Kinect, un sistema sin mandos que incorpora sensores de movimiento para activar el juego con el cuerpo. El videojuego Kinect Adventures River Rush fue seleccionado para el estudio, ya que implicaba la participación total del cuerpo y no requería de un conjunto especial de habilidades para jugar.
Observadores entrenados utilizaron un método para registrar los niveles de actividad y el gasto energético estimado minuto a minuto. Se encontró una diferencia significativa entre los videojuegos activos y los juegos al aire libre en el acelerómetro situado en la cadera de los participantes, con los videojuegos registrando un mayor porcentaje de intensidad moderada a fuerte.
"Los puntos fuertes de este nuevo estudio incluyen el uso de dos herramientas que se consideran muy precisas en la medición de la actividad", dijo Raynor. "Nadie más ha utilizado medidas con este grado de precisión en la comparación de videojuegos activos con juegos al aire libre en niños pequeños. No estamos diciendo que los videojuegos deban sustituir a jugar al aire libre, pero hay mejores opciones que la gente puede tener en cuenta a la hora de elegir los tipos de vídeojuegos para sus hijos".
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