Akira, el súper yate futurista que no encuentra comprador

Akira, el yate que busca dueño. A pesar de los tiempos de crisis que corren, los astilleros de lujo no cesan en su trabajo, y es que la demanda de los clientes VIP sigue siendo igual de alta, especialmente en verano, momento en el cual un alto porcentaje aprovecha para darse un capricho y disfrutar del mar en todo su esplendor. Sin embargo, aunque los proyectos no falten, a veces surge la problemática de no encontrar un comprador, como sucede en este caso con el súper yate Akira. Solo apto para algunos privilegiados. La embarcación ultra moderna posee todos los lujos necesarios para que quien navegue en ella viva una experiencia sin precedentes. La atención al detalle y la tecnología de los materiales con los que está realizado son dos de sus puntos fuertes y quizás el motivo principal por el que tampoco tenga un dueño todavía, pues los elevados costes de mantenimiento lo hacen apto solo para los bolsillos de unos pocos privilegiados. 57 metros de eslora. Akira posee una superficie de 57 metros perfecta para que en su interior se puedan realizar todo tipo de reuniones y fiestas. Posee además una capacidad para que puedan alojarse en su interior 12 invitados en sus suites y una tripulación de 13 personas. Práctico y elegante. Su diseño vanguardista aúna a la perfección la practicidad con la elegancia gracias a su casco de aluminio, juegos de vidrio y formas aerodinámicas. Cuatro espaciosas cubiertas. El espacio se distribuye en cuatro cubiertas donde no falta una jacuzzi así como varios cenadores y zona lounge. Atención al detalle. Akira posee capacidad para albergar dos lanchas e incluye todo tipo de accesorios como tablas de surf y equipos de buceo para que se le saque el máximo provecho. Mobiliario personalizable. Aunque el mobiliario se puede personalizar, la mayoría de las piezas se presentan bajo un estilo retro vintage donde los blancos y azules tienen una presencia muy marcada. Espacios abiertos. El interior posee un diseño más clásico en madera de roble y espacios abiertos con grandes ventanales donde la luz juega un papel clave. Tecnología punta. En cuanto a las especificaciones técnicas, los motores son de Rolls Royce y permiten que alcance una velocidad de 22 nudos. Además, su ligero calado permite que atraque en puertos pequeños y zonas de difícil acceso, ideal para los más aventureros. Lujo en estado puro. Cada detalle está cuidado al máximo, no faltan las lámparas de araña, espejos, librerías y amplias mesas, así como obras de arte de artistas de renombre. Una experiencia para los más sibaritas. Los camarotes son bastante amplios y no tienen nada que envidiar a las suites de los mejores hoteles.