El TSJB admite un recurso contra dos libros de texto de catalán «manipulados» en Baleares

Los denunciantes dirigieron un escrito fechado en septiembre de 2022 solicitando a la Consejería de Educación y a la Alta Inspección Educativa, dependientes del ejecutivo de la socialista Armengol, que revisaran estos contenidos «con clara voluntad adoctrinadora». En la misiva, adelantada por ABC, adjuntaron algunos ejemplos, como las referencias a una falsa existencia de una 'nación catalana' ya en tiempos medievales; o la sustitución de la Corona de Aragón por la «corona catalanoaragonesa», un término sin rigor histórico extendido entre el catalanismo que sustenta la ficción de una monarquía catalana manteniendo la cadena de reyes numerados como reyes catalanes -con un número menos- y no como aragoneses.

También se acusaba a Castilla y a España de buscar deliberadamente la ruina y el declive de Cataluña. Se afirmaba falsamente que la primera imprenta de la península Ibérica se creó en Valencia —localizada en los supuestos Països Catalans— y no en Segovia dos años antes.

Pese a su obligada labor de supervisión, la Inspección hizo caso omiso. Educación mandó a los padres a reclamar directamente a la editorial Anaya y les dijo que no tenía ninguna obligación de revisar estos manuales escolares porque no necesitaban una autorización previa, «queriendo hacer ver, en contra de la LOE, que la previa autorización y la debida supervisión son los mismos conceptos», recrimina la asociación de profesores PLIS. Educación y Sociedad Civil Balear.

Ambas entidades, integrantes de Escuela de Todos, asesoraron a esta familia para interponer un recurso ante los tribunales en junio de este año. Previamente, en febrero y ya con el Gobierno del PP de Marga Prohens, volvieron a dirigirse a laConsejería de Educación para supervisar y subsanar estas manipulaciones, pero «recibimos un silencio administrativo», confirman los demandantes.

En la demanda, a la que ha tenido acceso este diario, solicitan que el actual departamento autonómico de Educación supervise —o forme un equipo externo de historiadores— para revisar estos dos libros de texto y dictamine si las 31 afirmaciones detectadas y aportadas en la reclamación tienen rigor histórico. El TSJB ha admitido a trámite el recurso contencioso administrativo y da un plazo de 20 días hábiles a la administración pública para enviar toda la información del expediente.

«Son libros plagados de manipulaciones históricas, alguna de ellas muy groseras, con el único objetivo de fortalecer el sentimiento nacionalista», subraya la asociación Escuela de Todos, que recuerda otros ejemplos de manipulación. «Se dice, por ejemplo, que los condes de Barcelona son reyes desdeel siglo IX hasta Alfonso el Casto, que la literatura catalana se retrotrae al siglo VIII, que la repoblación de Baleares fue exclusivamente catalana y la de Valencia mayoritariamente catalana, que toda Grecia perteneció a la Corona de Aragón, que el valenciano Santángel pagó exclusivamente la expedición de Colón a América, que se prohibió el comercio con América a los naturales de Aragón o que los autores catalanes del XVIII que escriben en castellano autoodian el catalán».

Escuela de Todos lamenta que la educación de los alumnos dependa de «profesores con escaso nivel intelectual que redactan o eligen libros de texto totalmente ideologizados». «No tienen el menor rubor en deformar e incluso inventarse los hechos históricos», sostiene esta plataforma defensora del bilingüismo y del cumplimiento del 25% de español en las aulas en las regiones con lengua cooficial. «Las referencias históricas tienen tan bajo nivel que sonrojan y avergüenzan», sentencian.

La editorial Anaya ya estuvo en el punto de mira en 2018 por su libro de Lengua Catalana y Literatura de 1º de Bachillerato con edición balear en el que inventaba prohibiciones del uso del catalán en la Constitución de Cádiz y repetía multitud de consignas del nacionalismo evitando las alusiones a España y usando el término catalanista «Illes» para referirse a Baleares.

El Gobierno balear de Armengol se negó a retirar este libro politizado alegando que «ningún centro había protestado». Dio carpetazo a la denuncia de adoctrinamiento en tiempo récord y sin entrar en el fondo de la denuncia ni desmentir ninguno de los más de 50 ejemplos de adoctrinamiento que acreditó un estudio de Ciudadanos, entonces liderado por Xavier Pericay, elaborado por el profesor Julián Ruiz-Bravo, secretario actual de PLIS. Educación.

Durante las dos últimas legislaturas de Pacto de izquierdas con PSOE, Podemos y los nacionalistas de Més, la Inspección Educativa balear no revisó los libros de texto ideologizados ni tampoco se actuó ante las quejas de padres y docentes, siguiendo la línea de la exministra Isabel Celaá, que aseguró que denunciar adoctrinamiento era de «fanáticos». El conseller socialista Martí March negó siempre cualquier atisbo de adoctrinamiento catalanista en los centros escolares de las Islas.