Ni café para llevar ni minichampú: Bruselas propone endurecer las normas contra los envases

Cada europeo genera casi 180 kg de residuos de envases y embalajes al año y los cálculos de la Comisión apuntan a que, si no se tomaran medidas, en la UE los residuos de envases aumentarían otro 19% de aquí a 2030 y, en el caso de los residuos de envases de plástico, incluso un 46%.

Para acabar con esta tendencia, la Comisión ha propuesto toda una batería de medidas que van desde un sistema obligatorio de depósito y devolución de botellas y latas; pasan por el fin de los envíos por internet de artículos pequeños en cajas gigantes, y llegan a la prohibición de envases «innecesarios».

Ejemplo de ese «envasado innecesario» serían las minibotellas de champú o gel de los hoteles, los envases de un solo uso para frutas y hortalizas y los que utilizan los restaurantes y cafeterías en la comida para llevar. Según ha indicado el vicepresidente del Pacto Verde, Frans Timmermans, el objetivo para 2040 es que todos los cafés para llevar se sirvan en envases reutilizables, es decir, que cada usuario utilice su propia taza, vaso o botella.

Si sale adelante la normativa, que todavía debe pasar por el Parlamento Europeo y el Consejo, las empresas tendrán que ofrecer a los consumidores un determinado porcentaje de sus productos en envases reutilizables. Además, se pretende acabar con las dudas en el reciclado con un sistema de etiquetas: cada envase deberá llevar un indicativo sobre en qué contenedor de reciclado debe depositarse y los contenedores de recogida llevarán las mismas etiquetas. Se utilizarán los mismos símbolos en toda la UE.

«Todos nosotros hemos recibido productos adquiridos en línea en cajas excesivamente grandes. Y a menudo nos hemos preguntado cómo separar los residuos para el reciclado, qué hacer con la bolsa biodegradable o si los materiales del envase se volverán a utilizar o por lo menos se convertirán en nuevos materiales de valor. Con las nuevas normas estamos proponiendo pasos cruciales para conseguir que el envasado sostenible se convierta en la norma en la UE», ha dicho Virginijus Sinkevičius, comisario responsable de Medio Ambiente.

Las empresas deberán hacer nuevos cambios en los envases, que tendrán que ser completamente reciclables en 2030, lo que incluye la fijación de criterios de diseño y la aclaración de cuáles son los tipos muy limitados de envases que deberán ser compostables, para que los consumidores puedan depositarlos en los contenedores destinados a los biorresiduos.