Unas 8.000 personas abarrotan el pueblo de Riogordo para disfrutar una Pasión famosa en toda Europa

Este pueblo de unos 3.000 habitantes del interior de la comarca de la Axarquía se vuelca con este evento, considerado por la prensa internacional como una de las representaciones de la Pasión más importantes de Europa, en la que los vecinos participan como actores o en el equipo de apoyo de vestuario, sonido o escenarios .

El Paso, que se celebra desde 1951, aunque el texto original procede del siglo XVII, se divide en catorce escenas, una del Antiguo Testamento y el resto del Nuevo, y se desarrolla en un escenario formado por un recinto natural de uno s 8.000 metros cuadrados , El Calvario, que representa la ciudad de Jerusalén.

Juan Gavilán, secretario de la junta organizadora, ha explicado que este año han debutado en sus papeles los intérpretes de la Virgen María, María Magdalena, Verónica o el centurión romano.

Gavilán, que hace de ciego de Jericó desde hace más de veinte años y que lleva 47 interviniendo en el Paso, ha informado de que la principal aspiración de esta celebración es refrendar su repercusión con la declaración como Fiesta de Interés Turístico Internacional, para lo que ya ha comenzado la tramitación de un expediente.

Ha recordado que son muchos los emigrantes del pueblo que regresan estos días para formar parte del Paso, llegados de toda la geografía nacional e incluso del extranjero, y ha insistido en que «poco municipios tienen un valor cultural tan arraigado y que aglutine tanto».

Todos los actores son aficionados y desde finales de diciembre o principios de enero comienzan a ensayar y a «machacar una y otra vez el papel para lograr una buena dicción».

El Paso de Riogordo figura entre los acontecimientos culturales más importantes de los que se celebran en la provincia de Málaga, tanto por su seriedad y calidad como por la organización y el cuidado de los detalles, caso de las palmas que se usan para representar la entrada en Jerusalén, que se traen desde hace 66 años desde Elche.

Su antigüedad y singularidad, así como su puesta en escena, constituyen un acontecimiento cultural único en su género, que traspasa los límites malagueños, transformándose en un evento que congrega cada año a miles de personas.