La tormenta «Jonas» deja 19 muertos en EE.UU. y emprende su camino hacia Europa

Con varios aeropuertos cerrados en varios estados, entre ellos los de Washington D.C, Nueva York, Filadelfia y Baltimore, situación que se prevé que cambie a lo largo de este domingo que empieza a despertar en las ciudades con mayor tráfico aéreo. Y hasta el momento, unos 10.000 vuelos han sido suspendidos. Hasta el jefe del Pentágono, Ash Carter, quien regresaba de una gira de cinco días por Europa, no pudo aterrizar en Washington y su avión fue desviado a Tampa, Florida. Con la tormenta declinando durante la madrugada, las autoridades de Nueva York planeaban levantar a primeras horas de este domingo la prohibición de viajar y reabrir las calles en la ciudad, así como las rutas hacia Long Island (en el este) y Nueva Jersey (al oeste).

Ahora llega el momento de limpiar aceras, cocheras y desenterrar sus coches de la nieve que ha dejado la que ya es una de las más grandes tormentas invernales de la historia como certifica la marca que se registró en Central Park en la ciudad de los rascacielos, con 64 centímetros de nieve, sólo superados en una nevada de 1869.

La tormenta, ya conocida como « Snowzilla » -que surge de la combinar «snow», nieve en inglés, y el nombre del monstruo de cine «Godzilla»-, también provocó marejadas de agua salada y hielo en las costas de Nueva Jersey, donde cientos de personas fueron evacuadas. Algo parecido sucedió en el balneario de Ocean City, en Maryland.

Ahora sólo queda esperar que Jonas vaya perdiendo fuerza en su trayecto hacia Europa donde los expertos prevén que la nieve se traduzca en fuertes lluvias que pueden provocar inundaciones en Gran Bretaña entre el martes y el miércoles de la próxima semana después de haber dejado Nueva York convertida en una ciudad fantasma durante tres días.

Aunque viendo las imágenes del otro lado del charco es difícil imaginar a la gente bañandose en la playa , la realidad supera a la ficción y, en pleno de mes de enero, las escenas de gente paseando en manga corta incluso dándose un chapuzón se extienden por nuestras costas y lo que más llama la atención es que las altas temperaturas se están registrando donde precisamente tendrían que estar congelados, en toda la franja norte. Un buen ejemplo, el País Vasco, donde este domingo invernal se han alcanzado los 22 grados de temperatura. En Alicante, más acostumbrados a disfrutar de temperaturas primaverales en esta época, sin embargo, no han superado los 20... aunque también a ellos les sobraba la chaqueta. Y en Sevilla muchos han salido a la calle en manga corta incluso en tirantes para disfrutar de los 22 grados que marcaban los termómetros. Un buen tiempo tan atípico para este mes de enero, que hace desconfiar a muchos de como será la primavera.