El Papa exhorta al gobierno egipcio a respetar las minorías y proteger la unidad nacional

Al término de la audiencia general del miércoles en la Plaza de San Pedro, Benedicto XVI se unió «al dolor de las familias de las víctimas y de todo el pueblo egipcio, lacerado por los intentos de minar la convivencia pacífica entre sus comunidades, que es esencial salvaguardar, sobre todo en este momento de transición».

En esa línea de no culpar directamente a los militares responsables de haber causado 25 muertos (entre ellos al menos 17 cristianos coptos) y 300 heridos entre los manifestantes, el Papa manifestó su apoyo a «los esfuerzos de las autoridades egipcias, civiles y religiosas, en favor de una sociedad en que se respeten los derechos humanos de todos, especialmente de las minorías, para el bien de la unidad nacional».

Las palabras del Papa iban dirigidas, tanto al gobierno como a las autoridades religiosas, que el pasado mes de enero agravaron la crisis diplomática desatada por malinterpretar unas palabras de Benedicto XVI en su discurso de comienzo de año al cuerpo diplomático. La televisión Al Jazeera, así como la televisión estatal y los líderes de Al Azhar acusaron al Papa de haber pedido una intervención occidental en defensa de los cristianos asesinados en Alejandría, cuando lo que realmente pidió era mayor atención de los gobierno nacionales, por el bien de la concordia dentro del propio país, como ha vuelto a hacer ahora.