España se despide del elemento más simbólico de la pandemia: la mascarilla . Aunque deja de ser obligatoria solo en exteriores y bajo la condición de que se cumpla la distancia de seguridad de un metro y medio, la población ve este gesto ... como un gran avance hacia la vieja normalidad que tanto se echa de menos.
Sin embargo, esta medida llega en un momento en que la incidencia repunta levemente y en el que la variante Delta , más contagiosa, empieza a esparcirse por todo el territorio español. Por ello en grandes ciudades o en las calles más concurridas todavía reina la prudencia. Nada más entrar en vigor la nueva ley, a las 00.00 horas, en la madrileña Puerta del Sol varias personas celebraron el fin del uso obligatorio del cubrebocas en espacios abiertos al grito de «ya no hay mascarillas» .
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