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El Defensor del Pueblo advierte a las regiones de que tienen que aumentar la prevención de incendios

Asegura que los convenios entre administraciones generan «confusión» y los planes de protección no son «homogéneos»

Una de las cuasas principales de los incendios es el cambio climático ABC

ABC

El Defensor del Pueblo ha instado a las distintas administraciones que mejoren la prevención y su coordinación en la lucha contra los incendios forestales que están motivados principalmente por el cambio climático y la despoblación, por lo que concluye que se deben aumentar las tareas de prevención frente a unos dispositivos «desproporcionados» de extinción centrados en la protección de los bienes y las personas.

La institución inició en 2018 una actuación de oficio en el marco de la cual ha analizado la información remitida por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y las comunidades autónomas, con el objetivo de analizar si las administraciones están «preparadas» para prevenir y combatir los incendios forestales .

Ahora, ha remitido a la consideración de las comunidades autónomas y del resto de administraciones implicadas su informe para que den su parecer antes de que el Defensor del Pueblo proceda a la resolución definitiva.

De la actuación, concluye que «casi todas» las comunidades autónomas cuentan con planes de protección contra los incendios, pero ni la estructura, ni el contenido, ni la terminología utilizada son homogéneos y además, destaca que el apartado dedicado estrictamente a la prevención es «en algunos casos muy breve».

Sequedad del ambiente

Asimismo, de acuerdo con los informes recibidos, considera que las «principales» causas de los incendios son el cambio climático y la despoblación y de las zonas rurales, por lo que estima que se hace «necesario prestar especial atención» a la selvicultura y los tratamientos preventivos.

Precisamente, señala que el cambio climático provoca aumento de las temperaturas y sequedad del ambiente y que la despoblación de las zonas rurales da como resultado una reducción del cuidado de la masa forestal que era tradicional en el mundo rural.

A veces detrás de los incendios también se encuentra la mano del hombre y, por ello, el Defensor insiste en la necesidad de prestar «especial atención» a la selvicultura y los tratamientos dirigidos al cuidado de los bosques, cerros o montes, «más que incidir de forma preponderante y desproporcionada» en aparatos logísticos de extinción de incendios (personal, equipamiento, hidroaviones, infraestructuras,etcétera).

A la Institución le «llama la atención» que en «muchas» comunidades el apartado dedicado a la prevención es «escaso » y centrado más bien en detección y extinción de incendios y en las cuestiones estrictas de protección civil , esto es, de protección de personas y bienes.

Descoordinación

Respecto a la descoordinación sobre la información de distintos convenios entre administraciones públicas en la materia expone que la información que aporta el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación «no coincide» con la proporcionada por varias comunidades autónomas, tanto respecto a los convenios existentes como en cuanto a su fecha , algo que ocurre también con los convenios adoptados entre distintas comunidades autónomas.

Aún más, critica que el marco de los convenios también genera «confusión» entre prevención y extinción, y algunos de ellos tiene como objeto ambas cuestiones, otros solo se centran en la extinción y otros se refieren a ambos temas pero su contenido solo habla de extinción.

Por último, el informe del Defensor se refiere particularmente al noroeste , que es la región más afectada por los incendios y recuerda que España es el segundo Estado miembro de la UE que cuenta con mayor superficie forestal, por detrás de Suecia, con un total de 27,7 millones de hectáreas, las cuales 18,4 millones son arboladas y 9,3 millones de superficie desarbolada.

Finalmente, recuerda que España es el tercer Estado miembro con más superficie forestal arbolada y el cuarto Estado en cuanto a ocupación forestal respecto a su extensión territorial. Según la estadística oficial, el Noroeste es la región de España donde se producen más incendios y donde los daños son mayores, especialmente Galicia, Asturias y el norte de la provincia de León .

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