«Los cristianos salen ahora de Siria por la guerra económica»

En la última década, la población cristiana del país ha pasado de 560.000 familias a apenas 150.000. «Nadie sabe lo que va a pasar. Los cristianos siguen saliendo hoy de Siria porque aunque la guerra ya no es de disparos, es una guerra económica, más difícil que la anterior», explica el prelado, quien advierte que «el plan de vaciar de cristianos a Oriente Próximo sigue adelante».

La vida cotidiana de los cristianos sirios y de la población en general es cada día más dura. «Tenemos apenas dos horas de electricidad al día. Ahora viene el invierno y no hay gasolina. El dólar se ha disparado y los alimentos están muy caros». Según el arzobispo, la situación es tan dramática que las familias deben elegir entre comer, la educación de los hijos, calentarse, moverse o recibir atención médica. Monseñor Arbach achaca gran parte de esta vida precaria al bloqueo económico impuesto por Estados Unidos y la Unión Europea contra el Gobierno de Bashar al Assad.

Al Assad lleva al frente del país desde el año 2000. En mayo de este año, revalidó su mandato para un periodo de siete años tras hacerse con la victoria en unas elecciones que se celebraron solo en aquellas regiones bajo el control del Ejército y en los que no hubo representantes opositores. Gran parte de la comunidad internacional, incluida la ONU, afirmó que no reconocía la validez de su victoria.

«El bloqueo económico pretende desgastar al Gobierno pero a quienes afecta en realidad es a la gente. Un ministro puede comprar lo que quiere pero no puede hacer lo mismo un ciudadano de a pie . Antes una operación de apéndice costaba 200 libras sirias pero ahora son dos millones. La gente no puede pagar. Los cristianos ya no tienen paciencia porque quieren vivir con dignidad», asegura.

La Iglesia greco católica también padece muchas estrecheces económicas. De hecho monseñor Arbach ha perdido a varios de sus presbíteros porque han optado por abandonar el país. «Yo sufro por los sueldos de mis sacerdotes. No me alcanza. Por eso estoy seguro de que el bloque económico va a conseguir lo que no ha podido lograr la guerra: vaciar de cristianos el país», añade.

En medio de esta debacle, los cristianos sirios celebrarán la Navidad con «muchas dificultades». «No es fácil pero vamos a hacer todo lo posible para que a los niños no les falte un detalle» , sostiene el prelado, quien asegura que pese a todas las estrecheces, los cristianos sirios no pierden la fe.

Los cristianos que han podido regresar a Siria tras la guerra ha sido gracias al plan de reconstrucción que ha llevado a cabo la asociación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés). Además de numerosas viviendas, esta organización ha vuelto a levantar catedrales e iglesias bombardeadas y destruidas en la guerra. También ha financiado numerosos proyectos de emergencia centrados en comedores sociales, microemprendimientos para los más jóvenes, o centros educativos. En la archidiócesis de Homs, incluso ha impulsado más de 6.700 becas dirigido a jóvenes cristianos para ayudarles en el transporte a la universidad.