Mariano Rajoy reitera al Papa la invitación a visitar España

El jefe del Ejecutivo reiteró al Papa la invitación a visitar España, formulada el pasado 19 de marzo por el Príncipe Felipe al término de la misa de inauguración del Pontificado. Rajoy comentó a Francisco que había acudido al Encuentro Mundial de las Familias en Valencia con uno de sus hijos, que entonces tenía un año y ahora ha cumplido ya los siete.

Rajoy confirmó el deseo de mejorar todavía más las relaciones con la Santa Sede, y de intensificar la cooperación, especialmente en lo que se refiere a América Latina. Le informó también de la marcha de proyectos legislativos respecto a la educación y la protección de la vida humana para corregir algunos excesos de la época de Zapatero.

Como suele hacer con los visitantes oficiales, el Papa Francisco creó enseguida un clima casi familiar, reduciendo al mínimo las formalidades. Compartir el mismo idioma, sin necesidad de intérpretes, facilitó ir directamente al grano.

El Papa mostró con orgullo a los fotógrafos la camiseta de la selección española con las firmas de los jugadores, que le regaló el presidente del Gobierno sabiendo que es aficionado al fútbol y que mantienen con orgullo su carnet de socio del San Lorenzo de Almagro, de Buenos Aires. Al dorso llevaba escrito el nombre «Francisco».

Rajoy le regaló también un facsímil de un libro de grabados del siglo XVI, «De Aetatibus Mundi Imagines», realizado por Francisco de Holanda para Felipe II, que es una de las joyas de la Biblioteca Nacional. Francisco, a su vez, regaló a Mariano Rajoy una elegante pluma estilográfica de los Museos Vaticanos, que el presidente del Gobierno intentó abrir sin éxito, en medio de las bromas de su esposa.

El encuentro resultó enormemente grato por el buen humor de todos, incluido el prefecto de la casa Pontificia, Georg Gaenswein, quien también bromeo con los visitantes españoles.

Tras el intercambio de regalos en la biblioteca privada del Papa, el presidente del Gobierno se trasladó a las oficinas de la secretaria de Estado para una reunión de trabajo de 50 minutos con su titular, el cardenal Tarcisio Bertone. En el encuentro abordaron la situación económica -incluidos los problemas sociales de desahucios y otros-, la necesidad de buscar soluciones solidarias tanto a nivel nacional como de la UE, la educación, y la dignidad humana.

El primer contacto oficial del presidente del Gobierno con la Santa Sede incluyó un almuerzo en la embajada española en honor del secretario de Estado, Tarcisio Bertone, al que acudieron sus principales colaboradores: el vicesecretario de Estado, Ángelo Becciu; el asesor para asuntos internos, Peter Brian Wells; y el vicesecretario de asuntos exteriores, Antoine Camilleri.

Al almuerzo asistieron también los cardenales españoles Antonio Cañizares, prefecto de la Congregación del culto Divino, y Santos Abril, arcipreste de Santa María la Mayor, la basílica «española» de Roma.

El presidente del Gobierno emprendió a continuación el regreso a España sin mantener el encuentro con los periodistas, habitual en todas las visitas de Estado.

La audiencia del Papa al presidente del Gobierno es su segundo encuentro, ya que Mariano Rajoy formaba parte del séquito del Príncipe Felipe en la misa de Inauguración del Pontificado, celebrada el pasado 19 de marzo.