Molestos por la falta de respeto

La opinión del argentino, compartida por Piqué y otros de sus compañeros, contrasta con ese entorno de manifiesta inferioridad madridista que rodea al clásico.

No es la primera vez que el conjunto blanco vive una situación difícil en su visita a territorio comanche. Los veteranos de la plantilla rememoran que acudieron a Barcelona con la Liga en juego en otras oportunidades complicadas. Hace tres años, el 21 de abril de 2012, Cristiano sentenció el título con la victoria por 1-2. Y hace ocho, el 10 de marzo de 2007, el Madrid llegó al Camp Nou con un cartel claro de víctima, tal y como se siente ahora, y Ramos cabeceó de espaldas uno de los goles del 3-3 que dio el vuelco al campeonato. Ha sido el central quien ha salido a mostrar ese orgullo: «Vamos a morir por este escudo».

Los hombres de Ancelotti hablaron de esta situación el pasado domingo, nada más ganar al Levante. Escuchaban ya que el Barcelona era muy superior en este momento de la temporada y unieron sus manos para darlo todo en ese enfrentamiento. Un canterano, Carvajal, fue el portavoz del paso adelante. «Iremos a ganar al Camp Nou». Ni un atisbo de miedo. Ninguna demostración de debilidad. Ninguna duda.

La plantilla está herida por el «ninguneo» de cierta prensa. A un punto de los azulgrana, saben que se juegan el título. Ramos les ha relatado cómo conquistó las dos primeras Ligas de su carrera gracias a dos buenos resultados en el Camp Nou. Primero con ese empate a tres tantos (campeonato 2006-07). Después, con el triunfo en la campaña 2007-08, gracias a un trallazo de Baptista (0-1).

Casillas disfrutó también aquellos momentos. Anteriormente había celebrado otro Liga, la 2002-03, tras obtener un empate en Barcelona (0-0). Fue la campaña de la despedida de Vicente del Bosque y Fernando Hierro.

Los nuevos del lugar han escuchado a los veteranos del equipo. Ganar o empatar en el Camp Nou es habitualmente un golpe psicológico que marca a los dos equipos y determina el devenir de la Liga. La plantilla reflexiona que una igualada también es buena para encarar las últimas diez jornadas con el duelo particular a favor y a un punto del enemigo. «Pero para puntuar hay que salir a ganar», advierte otros de los líderes del plantel.

Ancelotti dirige entrenamientos tácticos periódicos y estudia vídeos del Barcelona para frenar su ataque. Se juega mucho en noventa minutos.