No hay mal que por bien no venga. Llevaba el Real Madrid cuatro meses enfrascado en sumar hasta veintidós victorias consecutivas, tras perder aquel derbi el 13 de septiembre, y ese récord del fútbol español ha supuesto un desgaste excesivo y una asunción de confianza ... que es bueno perderla de vez en cuando para reaccionar y no creerse nada. Parecía que los rivales ya salían derrotados. Y no es así. Han llegado dos enemigos duros, correosos, el Valencia y el Atético, al límite del Reglamento en el campo, y los blancos han perdido dos partidos consecutivos, afectados también por ese cansancio de tantos meses con la única opción de ganar. Estos dos fracasos han significado que los madridistas se hayan picado en su orgullo. Especialmente con los dos goles sufridos del estadio Calderón. Simeone les ha vuelto a engañar. Y lo saben...
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