El Madrid apunta al Barça de goleada en goleada

Cristiano, impulsado por su vertiginoso salto en Copenhague que le dio «in extremis» la victoria a Portugal el pasado martes, marcó su territorio en el Ciudad de Valencia a lo «Jimmy el rápido». En apenas 180 segundos, Ronaldo había desperdiciado un mano a mano y un chut desde la frontal del área: ambos disparos del luso se fueron a la derecha de un Mariño que no sabía si pedir ya la hora o el cambio. La sobremesa se le iba a hacer muy larga al guardameta del Levante. No tardó mucho el Madrid en confirmarlo. A los trece minutos los blancos se adelantarían gracias a un penalti anotado por Cristiano. Juanfran, infractor del mismo al cazar a Chicharito en el área, entró en cólera con Iglesias Villanueva, pero la zancadilla del capitán granota fue innecesaria y arriesgada. La pena por ello fue (la) máxima.

El tanto blanco hacía justicia a un gran inicio de los de Ancelotti comandados por el mejor James de la temporada. Con Bale en el banquillo, el colombiano dio un paso adelante y se echó el equipo a la espalda. La asistencia a Chicharito previa al penalti y el segundo tanto de los blancos, del propio méxicano, nacieron de su mágica zurda. Dos tantos que condujeron al Madrid hacia el descanso con el partido solucionado, algo impensable en el Ciudad de Valencia en las últimas temporadas donde las victorias se lograban en la prolongación y remontando un marcador adverso . Eso sí, el rutinario susto tras saque de esquina no faltó a su cita. Por suerte para los blancos, Modric aguantó en el palo para sacar sobre la línea el remate de Camarasa. Fue lo único potable de un Levante azul oscuro casi negro repleto de boletos con el «premio» de Segunda. Mendilibar podría tener

Con 0-2 en el marcador y la poca enjundia del rival, no había mortal en la tierra que se imaginara otra cosa que la que acabaría sucediendo: otra paliza del Madrid. El partidazo de James lo coronó el colombiano con un golazo materializado en control y volea tras una fantástica asistencia de Kroos. Antes, Cristiano hizo el tercero en una excelente contragolpe lanzado por Isco que finalizaría el luso deshaciéndose de dos rivales y batiendo a un Mariño con manos de mantequilla. La cuenta la cerró el de Arroyo de la Miel en uno de sus clásicas bananas desde la frontal del área mirando al tendido. Los segundos cuarenta y cinco minutos del 23 blanco no tuvieron nada que envidiar a los noventa de James. De goleada en goleada, así de firme camina el Madrid hacia la casilla del 25-O. El clásico ya está aquí... con permiso de Anfield, claro