En unos tiempos en los que a nivel musical la estrategia más utilizada por artistas y bandas es la del mestizaje, la fusión de estilos e investigar nuevas vías dentro de los propios géneros, llama poderosamente la atención que existan grupos como Los Fusiles ... , que proponen un clasicismo con el que es difícil empatar.
Fieles a las coordenadas musicales que marca un género tan característico como el rock and roll, que siempre interpretan desde una vertiente castiza, Los Fusiles siguen ganando adeptos riff a riff, concierto a concierto, disco a disco. Los dos primeros discos, '¿Quién le escribe al coronel?' (2019) y 'Victoriosa' (2021), fueron aplaudidos por crítica y público, que vieron en el grupo sevillano una suerte de aldea de la Galia (a lo Asterix y Obelix) que se resiste a la presión que insufla el mainstream.
Hace apenas dos meses, Los Fusiles acaban de lanzar un nuevo álbum, el tercero bajo el marchamo de la formación, 'A mano armada'. Un trabajo que vuelve a mostrar el savoir faire rocanrolero de estos hispalenses que recuerdan a los Burning, los Gabinete (incluso al Jaime Urrutia de 'Patente de Corso'), los Tequila más primigenios. No obstante, también flirtean con el indie en 'Que no se acabe nunca', que ostenta reminiscencias con 'El tiempo pasará' de Lori Meyers.
Este viernes estarán en la Sala Malandar Music Club para presentar en directo ante su gente los diez temas que acaban de ver la luz. Según han anunciado en sus perfiles de redes sociales, para este concierto contarán con la colaboración al saxo del valenciano Javi Cambra.
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